Mario Andrés Boza Loría, el último de los padres de los parques nacionales en Costa Rica, falleció la mañana de este viernes a los 79 años. El deceso se produjo en su casa de habitación, en Sabana Norte, a consecuencia de un cáncer.
El mandatario Carlos Alvarado Quesada rindió tributo a su memoria y legado.
Ingeniero, científico e historiador, Boza fue uno de los pioneros en la creación de las áreas silvestres protegidas entre las cuales sobresalen los parques nacionales. En esa labor trabajó junto al biólogo Álvaro Ugalde Víquez, quien falleció el 15 de febrero del 2015.
El cuerpo de Boza será velado este sábado de 12 m.d. a 8 p.m. y este domingo de 10 a.m. a 1:30 p.m. en la Funeraria del Recuerdo. A partir de la 1:30 p.m. del domingo se realizará una misa en la Iglesia San Bosco en Barrio Don Bosco.
“Lamento el fallecimiento de don Mario Boza, uno de los pioneros en la creación del sistema de áreas silvestres protegidas. Don Mario nos deja un ejemplo de esfuerzo, conservación y de amor por el planeta. Paz y consuelo a su familia y seres queridos”, escribió la noche de este viernes el presidente Alvarado Quesada.
A inicios de la década de 1970, Boza dirigió el Departamento de Parques Nacionales, que estaba adscrito al Ministerio de Agricultura. También estuvo al frente del extinto Servicio de Parques Nacionales y fungió como viceministro de Ambiente y Energía entre 1990 y 1994, en el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier.
También Andrea Meza Murillo, jerarca actual de Ambiente y Energía, lamentó su pérdida al recordarlo como el gran gestor junto a Ugalde Víquez de todo el sistema de conservación nacional. Ambos los describió como piedras fundacionales en este campo.
“Incluso en años recientes, Don Mario seguía activo en el frente por las áreas protegidas y velando por muchos de esos parques que siempre llevó en su corazón. Es sin duda una pérdida sensible para todo el país y el mundo de la conservación. Siempre será recordado por este legado y todos en el ministerio estamos conmovidos por esta irreparable pérdida”, afirmó.
Este mismo viernes, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) lamentó su fallecimiento y le rindió tributo al recordarlo “por su entrega y labor en la conservación de las áreas silvestres protegidas”.
Según su hijo Andrés, en abril pasado a don Mario le descubrieron la enfermedad que provocó su muerte cuando fue operado de una muela. Fue ese procedimiento el que permitió detectar el cáncer en la mandíbula.
Lamento el fallecimiento de don Mario Boza, uno de los pioneros en la creación del sistema de áreas silvestres protegidas. Don Mario nos deja un ejemplo de esfuerzo, conservación y de amor por el planeta.
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) October 30, 2021
Paz y consuelo a su familia y seres queridos.
“Se le removió parte de la mandíbula para colocarle una prótesis y detener el avance del mal. Recibió radioterapia en la Caja (Costarricense de Seguro Social), pero el cáncer reapareció luego de las sesiones y entró en un proceso de quimioterapia en el Hospital San Juan de Dios”, explicó el familiar.
El lunes de esta semana, Boza sufrió una hemorragia que lo debilitó de manera significativa. Por esta razón, permanecía en su casa recuperando fuerzas debido a que perdió mucha sangre.
“Ayer tuvo un día de lucidez como suele ocurrir con pacientes de cáncer, firmó papeles y ordenó sus asuntos legales. Hoy (viernes), cuando vino mi hermana Irene a atenderlo, su cuerpo estaba muy caliente pero ya no respondía. Para ese momento ya se nos había ido”, refirió.
Defensor acérrimo de las zonas protegidas, Boza había presentado en el 2017, junto con otros ciudadanos y organizaciones ambientalistas, un recurso de amparo que la Sala Constitucional declaró parcialmente con lugar. En la gestión reclamó el abandono de estas áreas protegidas.
Legado
En una entrevista para este medio, declaró que la carestía material existente era “una estafa a los visitantes” y añadió que el fallo dejaba un sabor amargo al confirmar que las autoridades responsables de 166 áreas silvestres protegidas fallaron en la protección efectiva a estas y concluirán su gestión sin solucionar lo que calificó como un “grave problema”.
Dos años antes, en el 2015, publicó el libro Historia de la Conservación de la Naturaleza en Costa Rica con la Editorial Tecnológica del TEC al cabo de tres años de trabajo que lo llevaron a consultar documentos históricos, libros y artículos periodísticos desde 1754 hasta el 2012.
Su obra recopiló así 258 años de historia de la conservación en Costa Rica.
Su hijo Andrés recordó sobre ese libro que la intención de su padre con el texto era ponerlo a disposición de los guardaparques como material de consulta y, por ello, les dedicó la obra.
“Papá resultó un buen historiador y no le conocíamos ese talento. Se lanzó a investigar y me sorprendió que se fuera a 258 años atrás con ese libro. Quería se utilizara en la formación de nuevos guardaparques porque siempre enfatizó que había que mejorar la cifra de estos y por eso se adentró tanto a este tema”, manifestó.
En la dedicatoria, Boza escribió: “Los guardaparques son los verdaderos héroes de la conservación de la naturaleza de nuestro país, por su mística, su dedicación, su sacrificio y su trabajo infatigable. Ellos ponen sus vidas en peligro todos los días (...). Por esa razón, este libro lo he escrito para ellos y lo he dedicado a aquellos guardaparques y conservacionistas que ya no están con nosotros”.