Las exigencias académicas excesivas y los castigos pueden generar en los niños una aversión por los estudios y hasta desencadenar inseguridades y resentimientos.
Por ello, es indispensable que los padres se tomen el tiempo para conocer las capacidades reales de sus hijos, así como sus aspiraciones.
Según el psicopedagogo, Otto Silesky, con frecuencia los papás demandan a sus hijos resultados acordes con sus propios sueños, y no los del joven.
“Es común topar con padres que quieren compensar sus frustraciones a través de los hijos. Primero, hay que explorar y descubrir qué es lo que esa persona quiere, y a partir de ahí motivar”, explicó Silesky.
“Hay que pensar que uno motiva, no fastidiando, sino convenciendo y consciente de que esa persona que yo matriculé es un ser humano que tiene estilos de aprender, metas y anhelos propios”, agregó.
Paula Umaña, también especialista en psicopedagogía, recomendó evitar exigir a los niños y jóvenes notas específicas.
“Debemos valorar el esfuerzo y dedicación de nuestros hijos. Para lograr esto, es importante conocer realmente el verdadero potencial de nuestros niños para así poder tener claras nuestras expectativas”, indicó Umaña.
Respecto al uso de recompensas, la directora del Departamento de Educación Primaria y Preescolar de la Universidad de Costa Rica (UCR), Nayibe Tabash, instó a los padres a tener cuidado con el uso de premios materiales.
“Son preferibles los reconocimientos afectivos, como ir a jugar al parque juntos. Además, deben evitarse los castigos, porque refuerzan los sentimientos de incapacidad del niño”, dijo Tabash.
Asimismo, los expertos insistieron en la importancia de mantener una relación estrecha con los maestros, para tener claro el rendimiento real del alumno y cuándo es necesarios buscar ayuda adicional.
“Es común que los padres exijan a sus hijos sin saber que tienen un problema de aprendizaje no identificado (como dislexia, disgrafía, dificultades de atención, etc.)”, advirtió Umaña.
Buenos hábitos. Sin embargo, los especialistas también resaltaron la importancia de generar buenos hábitos de estudio en los escolares y colegiales.
“Tenemos que perderle el temor a la palabra disciplina, pero no entendida como en la Edad Media, con violencia de pescozones y fajazos, sino como la metodología, para conseguir un objetivo, sinónimo de estrategia”, manifestó Silesky.
Para lograrlo, al estudiante se le debe instaurar una rutina proporcional a su nivel académico. Este año la UCR ofrecerá asesorías gratuitas a padres de familia. Pueden llamar al 2511-5383 en marzo.