Cuatro superlunas y una luna azul nos asombrarán este 2023: anote cuándo serán y cómo disfrutarlas

Sin ser un término astronómico formal, el espectáculo en el firmamento es cautivador para el observador interesado.

Además, este mismo año ocurrirá un fenómeno poco frecuente conocido como luna azul el cual pasa únicamente cada dos o tres años. En unas líneas volvemos a este evento: por ahora le detallamos qué esperar de las superlunas del 2023.

La Luna orbita la Tierra en una elipse, un óvalo que la acerca y la aleja de la Tierra a medida que gira. El punto más lejano de esta elipse se llama apogeo y se sitúa a un promedio de 405.500 kilómetros de distancia.

Su punto más cercano es el perigeo a una distancia media de 363.300 kilómetros, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Cuando ocurre una Luna llena en el perigeo, esta es un poco más brillante y luce más grande que una luna llena en otro punto del año y ahí es donde tenemos una Superluna.

Este año las superlunas adornarán el cielo sobre Costa Rica las noches del 3 de julio, el 1.º de agosto, el 31 de agosto y el 29 de setiembre; el cual es, además, uno de los periodos más cálidos del año por la cercanía de la Tierra al Sol. Esto augura veladas de cielos claros para disfrutar la función.

Sin embargo, también en agosto ocurrirá el fenómeno de luna azul cuando en el mismo mes se da una luna llena dos veces.

Entre las superlunas previstas, la del 31 de agosto será la de mayor tamaño desde nuestro planeta pues la previsión es que se hallará a unos 357.344 kilómetros de distancia de la Tierra (7% más próxima), a partir de cálculos del astrofísico estadounidense jubilado Fred Espenak, quien laboró en el Centro de Vuelo Espacial Goddard y es mejor conocido por su trabajo sobre predicciones de eclipses.

Tan infrecuente es la luna azul que las próximas serán el 31 de mayo del 2026 y el 31 de diciembre del 2028.

¿Cuándo es el mejor momento para disfrutarlas? Una superluna llena, o cualquier otra luna llena, se aprecia mejor justo después de la salida del satélite, cuando está cerca del horizonte y también justo antes de la puesta de la Luna pues, al hallarse más baja, parece más grande y brillante cuando es observada en lo alto del cielo.