El reiterado problema de altos niveles de arsénico en el agua potable que reciben los habitantes del cantón de Bagaces, Guanacaste, podría tener una solución a mediano plazo.

Este viernes 16 de abril, la Contraloría General de la República refrendó el contrato para la ampliación y mejoramiento del acueducto de Bagaces, proyecto presentado por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

Desde el 2013, los bagaceños mantienen una ardua lucha para poder consumir agua potable y evitar diferentes enfermedades que produce el líquido contaminado.

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Siete años después, reciben la noticia de este plan, que verian concretarse hasta dentro de dos años más.

La inversión de la primera etapa será de ₡4.875 millones y contempla la captación de la fuente Epifanía, la cual aportará 77 litros por segundo a la ciudad. Además, se instalarán 17,7 kilómetros de tubería de conducción para llevar el agua a un nuevo tanque de almacenamiento de 2.500 m3. Según AyA, se beneficiará a más de 17.000 habitantes.

“Gracias a esta inversión, la comunidad no tendrá dificultades durante la época seca, contará con continuidad del servicio y se podrán suprimir plantas de remoción de arsénico que la institución opera en la zona. Tras el refrendo de la Contraloría y habiéndose adjudicado desde el pasado diciembre el contrato, esperamos dar la orden de inicio de las obras en máximo dos meses”, dijo la presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga.

La proyección es que esté listo en el segundo semestre del 2022.

La segunda etapa del proyecto, la cual se encuentra en diseño, permitirá abastecer a comunidades en los alrededores de Bagaces. Se trata de 2.800 personas de Agua Caliente, Falconiana, Montenegro, Bagatzí, Quintas Don Miguel, La Loba y Salitral. Esta etapa tiene un costo preliminar de ₡1.459 millones.

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Peligros del arsénico

El arsénico es un químico sumamente peligroso para el ser humano porque provoca padecimientos como lesiones degenerativas del hígado, lesiones cardíacas y trastornos de los vasos sanguíneos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Reglamento para la Calidad de Agua Potable, el máximo de arsénico para el consumo humano debe ser de 10 microgramos por litro, no obstante, en estudios realizados a varios acueductos afectados en el 2013, ese margen llegó a 187 microgramos por litro.

Desde ese año, la Sala Constitucional ordenó al AyA y al Ministerio de Salud, determinar la causa de la contaminación por arsénico en el agua que soportaban habitantes de Guanacaste y de la zona norte de Alajuela.

En agosto del 2013, AyA aprobó la concesión para la colocación de un sistema de remoción de arsénico en esas regiones por un costo de ₡1.000 millones.

Entre el 2015 y 2016, informes del laboratorio Nacional de Agua del AyA dio a conocer que el nivel del arsénico había bajado entre un 9 y 13 microgramos por litro de agua, aunque estos promedios seguían estando muy cerca del máximo permitido de acuerdo a los estudios de la OMS.

De nuevo

No obstante, a raíz de la disminución del caudal de la naciente de Bagaces (11 litros por segundo en los últimos cuatro meses) se volvió a presentar un leve aumento en los niveles de arsénico, lo que llevó al AyA a advertir a los vecinos, el pasado 27 de marzo, sobre la no conveniencia de emplear el líquido para el consumo humano (ingesta).

Astorga explicó que intentan de manera pronta conectar nuevos pozos para aumentar el caudal y realizar lo que se conoce como “dilución”, que es una mezcla de aguas con el propósito de bajar la concentración de arsénico en el acueducto.

La situación, sin embargo, se ha complicado en las últimas dos semanas porque el caudal en la naciente disminuyó aún más y, en consecuencia, la concentración de arsénico aumentó ligeramente.