La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) prevé una rebaja en el precio de los hidrocarburos para marzo, pese al reciente decreto del Gobierno que mantiene el subsidio a los precios del gas y el asfalto.
Así lo confirmó el intendente de Energía de Aresep, Juan Manual Quesada, quien explicó que el pronóstico se deriva de la aplicación de la nueva metodología de cálculo de precios, aprobada a finales del 2015.
Este jueves se sometió a audiencia pública la primera solicitud de ajuste ordinario, usando la nueva fórmula.
Para esta ocasión, la Aresep propuso una rebaja de ¢10 en la gasolina súper y de ¢9 para la regular y el diésel.
No obstante, dicha propuesta quedó en suspenso debido a la emisión, el mismo jueves, de la política para subvencionar los precios del gas licuado de petróleo (GLP) y el asfalto.
Según Quesada, será hasta el 15 de febrero que se decida cómo quedará ese ajuste ordinario a la luz de las observaciones a la metodología realizadas en la audiencia y a la política de subsidio del Gobierno.
El funcionario enfatizó que luego de este ajuste ordinario, vendrá otro extraordinario que se reflejará en marzo.
El ajuste ordinario se realiza al menos una vez al año y toma en cuenta los costos de la prestación del servicio y las inversiones que haga el prestatario; el ajuste extraordinario se hace periódicamente porque analiza variables externas al prestatario.
En el caso de los combustibles, incluye los precios internacionales, los precios que realmente paga la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el tipo de cambio del dólar.
“Para nosotros, es clave la fijación ordinaria con esta nueva metodología porque nos permitirá realizar la fijación extraordinaria siguiente y trasladar a los usuarios todas las rebajas presentadas en los últimos meses en los precios externos de los combustibles”, expresó Quesada.
Metodología en firme. La nueva metodología, según Aresep, permitirá trasladar más rápido a los usuarios los cambios en las variables, pues el método introduce un sistema de vigilancia permanente de precios reales que paga la Refinadora por la compra de los combustibles en el exterior.
Además, hará posible determinar el costo de distribuir los hidrocarburos y el monto exacto del subsidio al gas y al asfalto que se traslada a los usuarios de gasolina y diésel.
Dicha subvención se instauró desde el 2008 oculto en la fórmula y la nueva pretendía excluirlo, pero el Gobierno lo impidió en consideración a los 643.000 hogares que usan GLP para cocinar.
El subsidio se distribuirá entre tres millones de usuarios de transporte público, 1,4 millones de dueños de vehículos, 41.000 empresas que usan gasolina y diésel en sus procesos y al menos 1,6 millones de abonados a algún servicio de electricidad.
En el 2015, se vendieron 253 millones de litros de gas LPG y 107 millones de litros de búnker. Además, 1.075 millones de litros de gasolina (súper y regular) y 1.081 millones de litros de diésel.