“Tengo covid-19. Si usted quiere comprar números para pegarse una rifa, espero que sea para pegarse el Gordo navideño.
“Soy una microbióloga que sabe perfectamente qué debe hacer para cuidarse del contagio, trabajo en casa, salgo lo necesario, uso mascarilla siempre, me lavo las manos, guardo mi distancia y tengo covid-19. No hay nadie inmune, no compre los numeritos de la rifa del covid-19 esta Navidad”.
Angie Cervantes Rodríguez es microbióloga de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y asesora en esa institución en las pruebas para el diagnóstico de laboratorio para covid-19.
También es fundadora y directora de Hospisonrisas Costa Rica, un proyecto en el cual payasos profesionales llevan alegría a los salones donde cientos de niños y adultos enfermos intentan recuperar la salud en los hospitales costarricenses.
Su historia con la covid-19 la compartió este domingo en su perfil de Facebook, confirmando un diagnóstico al que muchos le huyen.
“Inicio súbito de síntomas; malestar, un poquito de fiebre, un poco de dolor de cabeza pero suficiente para no tener ganas de trabajar. Al día siguiente se me quitó, seguí trabajando y no había pasado nada. Fijo una gripe.
“Volvió la molestia, mucho dolor de garganta, congestión, estornudos. No me iba a hacer la prueba, pero fui. Me atendieron rápido y amablemente (los hisopos no son una experiencia soñada pero pasa rápido y son la mejor muestra).
“Mis colegas atentos me informaron que tenía SARS-CoV-2 en una cantidad importante en mi cuerpo. No lo ví venir (hubiera sido imposible). Hace poco más de un mes acompañé a mi mejor amiga a reconocer el cuerpo de su papá que murió de covid-19 y no se me va de la cabeza. Yo tengo dos papás adultos mayores”, sostiene la especialista en su mensaje.
Como asesora en este tema para la CCSS, Cervantes ha tenido que recorrer varios hospitales verificando la capacitación de los equipos y conformación de los laboratorios institucionales de Biología Molecular, que se encargarán de realizar las pruebas de diagnóstico PCR, o reacción en cadena de la polimerasa, por sus siglas en inglés.
También se le ha visto en las conferencias de prensa del mediodía, participando junto a otras autoridades de Salud en los informes sobre el avance de la pandemia en Costa Rica cuando se trata de las pruebas para detectar el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus.
Antes de esta emergencia, Cervantes fungía como supervisora regional de Microbiología, y lideraba la puesta en marcha del Laboratorio Clínico en Red para las 36 sedes de Ebáis de las Áreas de Salud Curridabat, Montes de Oca y San Juan-San Diego-Concepción, retomadas por la CCSS este año.
“Por favor, pórtese bien en Navidad. Evite salir y meterse en tumultos, fíjese muy bien si va a salir a comprar regalitos. Ya he escuchado muchas historias de hijos que han perdido a un padre porque lo contagiaron. Vamos en serio, ya casi no quedan camas y NO no lo van a mandar a acostarse en una cama de Bukele.
“¡Colabore en todo lo que pueda para que lleguemos la mayor cantidad de vivos al 2021!”
El 1.° de noviembre, antes de recibir el diagnóstico, Cervantes escribió esto en su muro como parte de otro mensaje destinado a llamar la atención sobre lo que está sucediendo en los hospitales:
“Los humanos no tenemos el control, lo tiene aún un ‘bicho’ que ni bicho es; lo tiene una envoltura de proteínas con ARN adentro y que somos incapaces de ver sin microscopía electrónica. Por eso, usted puede ser el que todavía diga que no existe; no es cualquiera el que tiene un microscopio electrónico en la sala de la casa.
“El SARS-CoV-2 también estará en Navidad sentado a la mesa. Quizás es usted el que dijo ‘¿cuál pandemia?’”.