La ministra de Salud, Karen Mayorga Quirós, niega que la reorganización parcial decretada para el Ministerio de Salud conlleve la creación de 40 nuevas plazas y 13 jefaturas más.
Según la jerarca, el proceso implicará únicamente la redistribución de las plazas ya existentes con la intención de fortalecer su papel de rector.
Así lo aseguran Mayorga y dos de sus colaboradoras más cercanas en este proceso, Rosibel Vargas, asesora en el área de planificación, y Laura Velázquez, Directora General de Salud, responsable de conducir los cambios.
Mayorga, quien asumió las riendas de Salud cuando la reforma ya estaba acordada, manifestó que la "reorganización no está contemplando dañar a ningún funcionario ni afectar su escala salarial".
Las tres funcionarias atendieron a La Nación este miércoles 17 de enero, poco más de un mes después de haber solicitado, por primera ocasión, una entrevista para conversar sobre este tema.
Adujeron el retraso por estar concentradas en "la implementación y socialización" de la reforma, con reuniones programadas con los diferentes equipos de funcionarios que integran ese ministerio.
En total, en Salud hay 2.468 trabajadores entre empleados del nivel central, regional y local.
Directores cambian de opinión
La publicación de un nuevo Reglamento Orgánico, en noviembre anterior, desató críticas a lo interno de Salud por las implicaciones que podrían tener los cambios.
A ese documento se le sumó, a inicios de enero, la firma de un transitorio donde se le da seis meses de plazo para la ejecución gradual de la reforma.
Documentos facilitados por fuentes de ese ministerio a La Nación, revelaron la preocupación de funcionarios de alto nivel, como el director financiero, Jorge Enrique Araya Madrigal, por la falta de contenido presupuestario para financiar la reforma.
Una carta firmada por los nueve directores regionales de salud, el 27 de noviembre, también plantea observaciones a la ministra sobre el contenido del nuevo reglamento, al cual le achacan causar confusión y limitarse a un cambio de nomenclaturas.
Ahí mencionan la creación de 13 nuevas jefaturas, una situación que la ministra negó y limitó a tres puestos.
Esos tres puestos, o jefaturas, corresponden a las de la Unidad de Economía de la Salud, la de Control de Productos de Consumo Humano, y la de Planificación Sectorial. Serán asumidos por reasignación entre los directores asignados a esas áreas.
"Eso es totalmente falso. El cambio más sustancial es que se suprimió una dirección (la dirección de Planificación Estratégica y Evaluación de Acciones en Salud) y se creó la de Nutrición y Deporte.
"Hemos hecho el ejercicio para el reacomodo de los funcionarios para dotar a las direcciones con el recurso humano en este momento. No se va a contratar personal nuevo porque no tenemos el contenido económico. De una manera austera, se ha hecho una redistribución del recurso humano sin afectar salarialmente a nadie", dijo Mayorga.
En noviembre, los nueve directores regionales consideraban lo siguiente, y así se lo hicieron saber a la ministra: "A pesar de las buenas intenciones que un cambio de esta naturaleza puede conllevar, consideramos que tales modificaciones no encuentran una justificación desde el punto de vista administrativo, de organización o técnico que justifique la promulgación de dicha reorganización".
Sin embargo, el 16 de enero y tras publicación de este diario donde se da cuenta de la lucha de poder en el Ministerio de Salud, ocho de esos nueve directores regionales manifiestan que ellos no participan de esa lucha. Califican el proceso de "democrático y transparente".
"El documento que ha servido de referencia a las publicaciones de la prensa es uno de varios productos de ese proceso y recoge opiniones nuestras que ya han sido discutidas y tomadas en cuenta y que integran el conjunto de propuestas que se están incorporando para mejorar este nuevo reglamento", dicen en la carta del 16 de enero.
Aunque esos funcionarios se quejaron por la falta de un diagnóstico de base para la reforma, Rosibel Vargas aseguró que desde el inicio se tomó en cuenta los resultados de una medición de Funciones Esenciales de la Salud Pública, realizado por segunda vez en el 2014, que reveló debilidades en los 11 indicadores evaluados.
Esos indicadores incluyen aspectos como evaluación, vigilancia de la salud, control de riesgos y promoción de la salud.
La medición, dijo Vargas, tuvo peores resultados que la primera, realizada en el 2001.
"Se utilizó como un diagnóstico para determinar que había un debilitamiento en la rectoría del Ministerio de Salud en todas las funciones. (...) Esto se inició desde que estaba Daisy Corrales (ministra en el periodo 2010-2014). Ella fue la que empezó con los cambios, que siguió la María Elena López (comienzo de esta administración), y luego con Fernando Llorca", explicó Vargas para indicar que el cambio al reglamento no es iniciativa solo de esta administración.
Ministra: 'Hay resistencia al cambio'
Mayorga asegura que desde un inicio todos los funcionarios, por medio de sus jefaturas, han sido informados del proceso. Esta versión fue confirmada por la Directora General de Salud, Laura Velázquez.
"Se está socializando e implementando con cada dirección, para ir analizando las funciones como un proceso democrático y transparente. Sin embargo, ha habido malestar. Hay cierta resistencia al cambio. No nos dábamos cuenta de que habían movimientos informales y de molestia porque nosotros nos abrimos a todas las direcciones, pero aún así nos enteramos de que había una organización paralela, generando ruido.
Los cambios siguen en espera de que se hagan efectivo en un plazo máximo de seis meses, según lo dejó establecido el transitorio al Reglamento.
"No tenemos por qué derogarlo", contestó la ministra ante versiones no oficiales que han circulado solicitando no continuar con la ejecución del nuevo reglamento.
"Sería una lástima derogar algo. Esas petitorias han sido un poco caprichosas. El documento no fue antojadizo. No fue que me levanté un día y dije: ‘voy a cambiar el Ministerio’, sino que ya venía un antecedente con su sustento técnico legal", reiteró la ministra.