Caja investiga muerte de sancarleña por posible sobreirradiación en hospital

Así lo confirmó la gerenta médica de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), María Eugenia Villalta, quien señaló que se trata de una mujer que recibió radioterapia en ese hospital durante el año 2016.

La entidad indicó que un año después de que finalizó el tratamiento, la paciente consultó en el Hospital San Carlos por un quebranto de salud.

La paciente, cuya identidad no fue divulgada, fue remitida al Hospital México donde fue valorada por diversos especialistas, quienes determinaron la conveniencia de su internamiento.

En ese proceso, la sancarleña entró en un paro cardiorespiratorio que provocó su deceso, indicó la Caja mediante un comunicado.

Ante lo acontecido, Villalta ordenó a las jefaturas del Hospital México que se abriera de inmediato una investigación administrativa, la cual está en curso.

Asimismo, el caso fue trasladado a las autoridades judiciales correspondientes y al Ministerio de Salud, para su respectivo análisis.

Como parte de la investigación administrativa, Villalta indicó de que se tomaron varias medidas, entre ellas un análisis de las condiciones clínicas de la paciente, la revisión de dosímetros personales –que detectan radiaciones de tipo ionizante– por parte de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la revisión de los equipos, lo que descartó problemas de calibración.

También se realizaron muestreos para verificar los planes de tratamiento con radioterapia que estaban en proceso como parte de los controles de calidad que ejerce el centro hospitalario.

Además, se revisaron los informes de las auditorias periódicas realizadas por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), las cuales se acogieron y cuyas recomendaciones se están ejecutando.

Por último, se analizó el tema con la familia de la paciente, mientras se espera el resultado de la autopsia, la cual determinará el tipo de lesión que le provocó la muerte.

Según un comunicado de la CCSS, ninguno de los funcionarios de Radioterapia ha sido expuesto a cargas laborales superiores a lo establecido en la normativa del Ministerio de Salud.

Simultáneamente, las autoridades sanitarias urgieron a otros pacientes a continuar sus tratamientos prescritos por los especialistas de la institución.

En 1996, salió a la luz pública la sobreirradiación de 115 personas por una mala calibración de la bomba de cobalto del Hospital San Juan de Dios.

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