La Dirección del Área de Salud de Vázquez de Coronado, en San José, es una bodega. Cuando el centro de salud abrió, hace 26 años, no se previó un espacio para insumos médicos.
El impacto de esa carencia hoy lo padecen enfermos y personal, pues en los últimos cinco años aumentó el almacenamiento de productos en todos los pasillos, dijo Gina Arias Ocampo, jefa de Consulta Externa y vocera de la Dirección.
Arias reconoce que hay peligro de accidentes, riesgo de pérdida y robo de productos como medicinas, jeringas o sueros.
En proyecto -sin fecha de ejecución- es construir la bodega, cuya inversión, en el 2007, se calculaba en ¢900 milllones.
Este es uno de los muchos retos en una de las áreas de salud consideradas modelo en la Caja, por su calidad de atención.
La gerenta de Infraestructura de la CCSS, Gabriela Murillo Jenkins, afirma que las 104 áreas de salud enfrentan más dificultades en mantenimiento que los hospitales.
“Hay dos mundos: el de los hospitales, con más personal y recursos, y el de las Áreas de Salud, que no tienen ni personal ni recursos.
Según Murillo, solo la mitad de las Áreas de Salud tiene a una persona para estas funciones. En algunos casos, dijo “es un guarda que empezó a ayudar en mantenimiento y se quedó ahí”.
Marlen García Sánchez, administradora en Coronado, expresó que la complejidad del servicio subió tanto como la demanda.
La población adscrita es de 176.000 personas, en 16 Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis), 12 de los cuales están en el edificio central.
En Coronado hay cuatro operarios y una arquitecta para 3.000 activos y 6.000 m² de edificio, más los Ebáis que están fuera.
Según García, se necesita duplicar el personal con ingenieros especializados. Pero algo es algo. Hace 26 años, solo había una persona para todo.
Del presupuesto anual de esta Área (¢13.000 millones), ¢2,3 millones es para mantenimiento , incluyendo el soporte que deben dar a Ebáis de zonas lejanas . “Solo alcanza para remiendos”, resumió Michael Solano Vega, jefe financiero-contable.
Mediante el Fondo de Recuperación de Infraestructura (FRI), coordinado por el nivel central de la Caja, en Coronado, se han recibido más de ¢400 millones entre el 2013 y el 2014 para obras mayores. Entre ellas, instalar el cableado estructurado para informática. Esto último costó ¢100 millones.
Pero el FRI es de contingencia y su duración se desconoce. Este año, Coronado no recibió dinero. Se espera que la suerte cambie en el 2016... si aún hay fondo.