Detrás de la protesta del sábado pasado en contra del monopolio de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), hay un grupo de siete costarricenses que se autodefine como “de personas comunes”.
Según los organizadores, la protesta “Ya no más Recope” convocó, utilizando solo las redes sociales, a unos 3.000 ciudadanos quienes caminaron desde La Sabana hasta el parque Central de San José.
Rándall Bolaños, un vecino de Curridabat, quien vende alarmas, y Manuel Cordero, quien administra una pulpería en Montes de Oca, forman parte de la dirigencia del grupo contra Recope, también compuesto por un ama de casa, un DJ, un trabajador de un centro de llamadas y varios estudiantes universitarios.
“Este movimiento lo iniciaron, en Facebook, Mauricio Sánchez y Giuseppe Colucci, un taxista y un preparador físico. A la primera manifestación que ellos organizaron llegaron solo 15 personas”, comparó Bolaños, quien está a favor de que otras empresas distribuyan combustibles en el país.
Antecedente. El grupo nació de la indignación por el manejo tarifario de los combustibles y por los abusos que afirman sus líderes, hay en la convención colectiva de Recope.
En junio pasado, la autónoma incluyó en su solicitud de ajuste ordinario en el precio de los combustibles ¢5.000 millones para financiar gastos de su convención colectiva tales como recreación, servicio de restaurante, útiles y becas para los hijos de sus trabajadores.
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La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) decidió dejar por fuera del ajuste ese rubro, hecho que levantó la protesta sindical.
Según Bolaños, la intención de Recope de financiar su convención colectiva, vía tarifas, lo empujó a donar su tiempo a la organización de la protesta.
El instalador de alarmas afirmó que el precio de los combustibles es uno de sus costos fijos de producción, por lo que decidió hacer algo contra más aumentos.
“He perdido contratos al verme obligado a subir el precio de mis servicios por el factor combustible”, lamentó.
Lejos de políticos. El pulpero Manuel Cordero comentó que después del éxito del movimiento en las redes sociales (acumula 15.532 seguidores en Facebook), recibieron solicitudes de varios partidos interesados en participar en la marcha.
Pero el grupo pidió al diputado libertario Otto Guevara no estar en la protesta.
“Le agradecimos su interés en el tema, pero le explicamos que, por ahora, no estamos interesados en unirnos a ningún partido, pues eso no va con el espíritu del movimiento. Imagínese que yo puse plata para pagar la tumbacocos que iba en la marcha”, relató Cordero, quien se negó a ser fotografiado por este diario “para no robar protagonismo”, dijo.
Sindicatos escépticos. Pero Albino Vargas no cree que exista la separación con la política que garantiza el grupo.
Según el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), el gremio sospecha que detrás de la marcha está el legislador Guevara.
“Cualquier manifestación en tiempos de confrontación social es política. Pienso que no es creíble, entonces, que esa manifestación sea apolítica”, afirmó.
El congresista, en tanto, rechazó la tesis de Vargas.
Guevara dijo que el sábado estuvo en una actividad política; asimismo, detalló que persuadió a los legisladores libertarios Natalia Díaz y José Alfaro de que no asistieran, a raíz de la solicitud expresa de “Ya no más Recope”.
Referéndum. El grupo, por su parte, ya planea su siguiente paso.
Cordero adelantó que el deseo es transformar la protesta en una solicitud formal al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para que autorice la recolección de firmas con el fin de convocar a un referendo por vía ciudadana.
De cumplir con todas las etapas del proceso, los dirigentes esperan que sea el pueblo el que se pronuncie sobre si está a favor o no de que se rompa el monopolio de Recope en la refinación, transporte y comercialización a granel del petróleo y sus derivados.