La viceministra de Cultura, Juventud y Deportes, Hilda González, fue encontrada ayer culpable del delito de difamación, no así por el de injurias, cargos por los cuales la había acusado Carlos Alvarado, exdirector general de Deportes.
El fallo lo anunció el juez IV penal, Gerardo Rojas, cuando ayer a las 9 a.m. dio lectura al por tanto de la sentencia.
González fue condenada a ¢3,5 millones por daño moral cometido en contra del exciclista y campeón nacional.
Asimismo, se le obliga a pagar ¢388 mil de costas personales del juicio, ¢50 mil por servicios de un perito y además, a 20 días multa, a razón de ¢1.000 diarios los cuales tendrá que cancelar durante los próximos 15 días.
Hechos y reacciones
La querella nació producto de declaraciones que, supuestamente, González dio al programa La Patada, de Radio Monumental. En los mismos, según la acusación, la imputada vinculó al ofendido con viajes misteriosos a Suramérica y a países árabes sin permiso del Consejo de Deportes. Igualmente, al parecer, con manejos indebidos de fondos.
Durante el juicio la abogada de la funcionaria, Gloria Navas, insistió en que la Viceministra nunca tuvo la intención de perjudicar la honra de Alvarado. "Solo se limitó a proteger los intereses del Consejo de Deportes ante unos desaciertos de su director que están demostrados en los auditorajes externos", apuntó.
La viceministra, al término de lo sucedido, declaró ser respetuosa de la decisión judicial y agregó que no adelantará nuevos comentarios hasta tanto no haya estudiado con su abogada el fallo completo de la sentencia, cuya lectura total será el próximo jueves.
No obstante, dijo: "Me siento tranquila. Estoy confiada en el proceso, se elevarán las peticiones del caso y reitero que todo lo actuado como Viceministra ha sido en ejercicio de tan digno cargo, sin que esto significara algún hecho concreto que pretendiera dañar la imagen de alguna persona".
Navas advirtió sobre la posibilidad de que el fallo sea llevado a los Tribunales de Casación.
Finalmente, Mario Gómez, representante de Alvarado, afirmó sentirse satisfecho con la condena "por su carácter ejemplar en el sentido de que no debemos, sin prueba alguna y solo merced a un impulso circunstancial, denigrar a un funcionario público o a cualquier persona"
Colaboró en esta informaci[on, Fernando Guti[errez, corresponsal en Cartago