Una boleta de incapacidad por un día le sirvió al magistrado Óscar González para frenar el debate que se daría ayer en el plenario legislativo sobre su eventual destitución como juez de la Sala Primera.
Según el presidente del Congreso, Henry Mora, el permiso fue firmado por el médico Francisco Rojas y se recibió ayer por la tarde, un par de horas antes de la sesión en la que sería discutido el caso.
En mayo del 2013 la Asamblea recibió una solicitud de la Corte Suprema de Justicia para que se procediera a despedir a González.
Esto luego de que un proceso administrativo interno lo señaló por abuso sexual contra una subalterna, la jueza Priscilla Quirós.
El Congreso nombró una comisión especial para estudiar el tema, la cual emitió ayer su informe, en el que recomiendan revocar el nombramiento de González.
Sus integrantes son Antonio Álvarez Desanti, del Partido Liberación Nacional; Edgardo Araya, del Frente Amplio, y Carmen Quesada, del Movimiento Libertario.
Ellos no solo aconsejaron anular el nombramiento, sino también que el debate sea público.
Ayer, luego de la suspensión por una semana que decretó Mora debido al estado de salud del magistrado, varios diputados estimaron que se trató de una táctica dilatoria.
Aunque una resolución de la Sala Constitucional les impide a los legisladores votar sobre la destitución del magistrado hasta tanto no se resuelva un recurso de amparo que este presentó, sí pueden adelantar la deliberación.
Al ser esta la primera vez que el Congreso desarrolla un proceso de este tipo, varios diputados, como los verdiblancos Rolando González y Ronny Monge, expresaron dudas sobre el procedimiento, pues temen que se cometan errores que den al traste con la remoción de González de la Sala Primera.