Liberación Nacional (PLN) postula para la Alcaldía del cantón Central de Limón a Eduardo Barboza, exalcalde que enfrentó cuestionamientos en el cargo y que ahora ejerce como abogado penalista con una clientela que incluye sospechosos de narcotráfico en el Caribe.
Barboza logró el apoyo de la mayoría cantonal el fin de semana antepasado, por encima de Mario Morris y la exdiputada Yalile Esna.
No participó en esa elección el actual alcalde, Néstor Mattis, quien fue electo por el PLN, pero aspira a reelegirse con un grupo llamado Auténtico Limonense.
En las votaciones municipales del 7 de febrero, Mattis será rival de Barboza y otros, como el exlibertario y exalcalde Róger Rivera (Republicano Social Cristiano); el exdiputado Wálter Céspedes, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y el dirigente comunal Vinicio Castillo (Frente Amplio).
Aún queda un mes para inscribir candidaturas.
Barboza fue alcalde del 2006 al 2010, periodo en el que enfrentó cuestionamientos por supuestas ilegalidades, aunque nunca llegó a ser condenado.
El 9 de octubre del 2009 salió detenido de la Municipalidad junto a las dos vicealcaldesas, sospechoso de peculado y prevaricato. El caso no llegó a juicio.
En el 2010 terminó el mandato y desde entonces se dedica al bufete que tiene frente a los Tribunales de Limón, adonde acude con frecuencia para gestiones de defensa de sus clientes, entre los que suele haber acusados por delitos de narcotráfico, uno de los mayores problemas del cantón.
Lo contó el mismo Barboza, quien representó a algunos de los acusados en el caso de los helipuertos ilegales detectados en la zona caribeña para uso de bandas de tráfico de drogas. Ahora lleva otros casos, también de trasiego de estupefacientes y de armas (hallazgo en Guácimo en el 2013).
“Clientes, son eso, clientes; ni socios ni nada. Yo ejerzo la profesión liberal con casos de estos y siempre ha sido solo un servicio legal, basado siempre en el principio de inocencia”, explicó Barboza esta semana por teléfono desde el edificio de la Fiscalía de Limón, donde hacía diligencias.
“Jamás”. Consultado sobre el riesgo de que organizaciones criminales se filtren en gobiernos locales, Barboza contestó que nunca lo permitiría. “¡Jamás! Eso es imposible. ¡Eso no lo voy a permitir jamás! Nunca permitiría una relación con actividad de esas ni nadie a mi alrededor”.
Afirmó que, de resultar electo, cerraría su bufete como lo hizo en el pasado. En el 2007, mientras era alcalde, se le señaló que defendía a un sospechoso de secuestro, aunque alegó que solo se presentó a la audiencia por solidaridad con la familia.
El socialcristiano Céspedes, que también fue rival de Barboza en el 2010, señaló que “no se ve bien que un candidato a alcalde tenga estos antecedentes. Esto es lo que comentan en el cantón. Un abogado puede defender a quienquiera; es legal, pero no parece correcto cuando uno aspira a gobernar en un cantón como Limón, tan complicado en ese aspecto (narcotráfico)”.
En el caso de Mattis, quien llegó a la Alcaldía con el PLN, pero no tuvo apoyo para reelegirse con ese partido, ahora se postula por el Auténtico Limonense. Para Barboza, es un rival duro “porque cuenta a su favor con los recursos de la Municipalidad”.
A Mattis se le cuestiona por gastos de casi ¢100 millones en viajes, en dos años y medio. Además, fue suspendido ocho días por el uso de un carro para trasladar a una particular, aunque él adujo razones humanitarias.