Representantes de diversos grupos sociales protestaron ayer frente a la casa del presidente, Luis Guillermo Solís, en barrio Escalante, para exigir que retire el proyecto de igualdad religiosa y culto de las sesiones extraordinarias del Congreso.
La pretende que las religiones inscritas en el país obtengan beneficios similares a los que ostenta la Iglesia católica.
El plan fue enviado por el Ejecutivo a la Asamblea, en un periodo en donde propone la agenda de los diputados (del 1.° de agosto al 31 de agosto).
Jéssica Barquero, del Partido de los Trabajadores, dijo que el Partido Acción Ciudadana incumple los compromisos adquiridos en la campaña.
“Han dejado muy en claro de qué lado están sus compromisos, al excluir de la agenda de sesiones extraordinarias de la Asamblea el proyecto de fecundación in vitro”, manifestó Barquero.
Igual criterio expresó Marco Castillo, del Movimiento Diversidad, quien lamentó que no se convocara el proyecto de parejas del mismo sexo ni el de la FIV.
“Al contrario, mandan un proyecto para financiar a todos los grupos evangélicos fundamentalistas que son los enemigos de los derechos humanos”, acotó.
Desde las 5 p. m. y por más de tres horas se manifestaron unos 75 miembros de grupos como Cefémina, el Partido de los Trabajadores, la Colectiva por el Derecho a Decidir, la ruta del beso diverso, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica y la juventud del Frente Amplio.
En ningún momento cerraron el paso vial ni tampoco el acceso al condominio Villa Fontana, donde vive el presidente, quien no estaba en su casa.
Según Stephanie González, vocera de la Presidencia, Solís terminaba a las 10 p. m. sus funciones ya que a las 8 p. m. salía de Zapote a otra actividad fuera de Casa Presidencial para preparar el informe de los primeros 100 días de gobierno.
“La Casa Presidencial está abierta a todos los sectores que deseen conversar con el presidente, que tiene cada semana unas cinco citas con los diversos grupos”, dijo González.
Añadió que la agenda de sesiones extraordinarias está abierta y unos proyectos podrían entrar y otros salir.
Unos ocho oficiales de la Fuerza Pública se mantuvieron cerca dea los manifestantes para garantizar el orden. El ruido de la tumbacocos y las consignas fueron la única molestia para los vecinos hasta las 8 p. m.