El legislador y fundador del PAC, Ottón Solís, puso la mira en dos figuras del círculo de poder de Luis Guillermo Solís, a quien pidió que los haga renunciar de sus labores en la Casa Presidencial.
El viceministro de la Presidencia, Daniel Soley, y el consultor Iván Barrantes, asesor en temas de imagen y comunicación, son los objetivos de las críticas del diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), al aducir razones éticas.
A Soley le critica haber presentado, en el 2008, cuando era defensor adjunto de los Habitantes, un recurso de amparo para que la Caja Costarricense de Seguro Social comprara una vacuna contra el neumococo.
La Sala IV se pronunció y ordenó la compra a la empresa Wyeth, firma para la cual trabajaban la hermana del actual viceministro, Carolina Soley, y su esposo, Adriano Arguedas Mohs.
En nota PAC-OSF-0832014, dirigida al presidente, el congresista Solís cuestiona la presencia de Soley como enlace entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
“No se puede permitir que una persona que ha utilizado su cargo público para favorecer, de cualquier modo, los negocios de su familia, ostente el cargo que hoy posee en Casa Presidencial”, dice el diputado en su nota sobre Soley.
Sobre Barrantes, estratega de imagen de la campaña electoral que ganó Luis Guillermo Solís, el diputado lo ve con posibilidad de incurrir en conflicto de interés porque trabaja ad honórem en una oficina en la Casa Presidencial. Barrantes reconoce que brinda asesoría a cuatro empresas privadas, tres nacionales y una extranjera.
“Es que con una persona que esté tan cerca del poder y sea pagado desde fuera por intereses privados, es tal el peligro potencial de incurrir en conflicto de intereses”, dijo el diputado Solís.
Negativa. El reclamo de Ottón Solís chocó contra pared. El mandatario le respondió con una negativa, este martes 5 de agosto, por medio del oficio DP-P-056-2014.
“He resuelto mantener en su cargo al señor viceministro, cuya participación en los hechos reseñados me parece directamente asociada al cargo que desempeñaba como defensor adjunto (...). Don Daniel tan solo cumplió con sus obligaciones funcionales y no motivado por un nefasto conflicto de interés”, escribió el gobernante.
Soley afirmó que le dio al diputado las explicaciones que le pidió. “Es una posición de él; siempre ha exigido rendición de cuentas”, dijo el viceministro. “Sigo teniendo el honor de gozar de su confianza”, añadió sobre su relación con Luis Guillermo Solís.
Sobre la negativa presidencial, el diputado aseguró que no comparte el criterio del mandatario.
“Sé que el presidente tiene una ética sólida y ve la situación como la ve la mayoría de los costarricenses. Yo no mando en la Casa Presidencial, pero espero que el presidente se percate”, replicó Solís.
Daniel Soley fue nombrado ya avanzada la actual administración y se encarga de la relación del Gobierno con los parlamentarios. Fue designado, a pesar de que en la campaña política trabajó para el candidato Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN).
Barrantes, mercadólogo electoral de Luis Guillermo Solís, reconoció este martes a La Nación que trabaja ad honórem en la Presidencia, pese a tener clientes privados.
Eso lo dijo como parte de una entrevista en la que explicó detalles sobre el pago de ¢75 millones que recibió por su trabajo en la campaña del Partido Acción Ciudadana.
El estratega habló en su oficina en la sede presidencial, diagonal al despacho del gobernante, a quien ayer no fue posible consultar sobre este caso.
Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia, sí habló y contradijo a Barrantes, al asegurar que no trabaja para la Presidencia y solo usa la oficina para preparar una oferta de consultoría a futuro.
“Buscaremos que no entre en ningún conflicto de interés”, aseguró Jiménez, quien dijo desconocer los clientes de Barrantes.