El presidente Luis Guillermo Solís afirmó ayer que en este momento no hay condiciones para que China compre $1.000 millones en bonos de deuda costarricense, dinero que el Gobierno necesita para cubrir sus operaciones.
Durante la inauguración de una sede de la Universidad Técnica Nacional (UTN), en Cañas, Guanacaste, Solís dijo: “No ha habido una negativa del Gobierno chino de eventualmente participar en la compra de esos bonos, pero no es algo que en estos momentos pareciera ser una opción al plan fiscal”.
Dicho esto, el gobernante volvió sobre su discurso de que el país requiere lo antes posible una reforma de impuestos para afrontar el déficit fiscal del Gobierno Central, proyectado en un 6,2% del producto interno bruto (PIB) para el 2016.
“China no ha dicho que no, pero ha expresado que en estos momentos es complicado y difícil concretar la compra de los bonos en el corto plazo”, redondeó Solís Rivera.
Hacienda recurrió a China en setiembre pasado en procura de aliviar la situación fiscal.
La última vez que el Gobierno salió al mercado externo fue en el 2015, con una colocación de $1.000 millones de los llamados eurobonos, recursos que se destinan al pago de deuda.
Solís también dijo a la prensa que no ha sido informado por Hacienda sobre el detalle de las pláticas con la administración del presidente Xi Jinping, a quien el gobernante visitó hace un año.
“Hay una (razón) que es obvia: es que la economía china durante los últimos meses no ha estado experimentando los niveles de crecimiento de otros años en el pasado”, declaró el mandatario.
La negociación sí tenía un antecedente directo. En el 2008, el gobierno del entonces presidente, Óscar Arias, negoció una venta de bonos ticos a China.
La nación asiática había prestado a Costa Rica $300 millones mediante la compra de bonos, pidiéndole una tasa preferencial del 2%, a 12 años plazo. Esta vez, el gobierno de Solís dijo que pretendía hacer la venta de forma pública.