Johnny Araya estaba a punto de anunciar su retiro al mediodía del miércoles 5 de marzo.
Los rumores eran muchos y coincidían: la campaña estaba a punto de dar un giro y era necesario tener reunido al comando.
Luis Guillermo Solís, el candidato rival, tenía que analizar cada palabra, cada pequeño paso para encarar una contienda contra algo parecido a un fantasma, como diría cinco horas después.
Para ello, Solís se atrincheró en su casa con su círculo más cercano, un grupo de profesionales y políticos que no son necesariamente del Partido Acción Ciudadana (PAC).
El candidato presidencial, que ahora parece favorito para ganar la elección del 6 de abril, encaró esta campaña rodeado de algunos amigos suyos mezclados con cargos formales del PAC, como los miembros del Comité Ejecutivo.
El jefe del comando es el obispo luterano Melvin Jiménez, hombre de confianza de Solís y militante de la estructura del PAC, pero solo a escala cantonal, en Moravia.
Otros miembros de especial confianza de Solís son su compañera, Mercedes Peñas, politóloga especializada en cooperación internacional (“es mi Pepito Grillo”), y su amigo Mariano Figueres, a quien considera “un hermano”, aunque en lo formal representa al Partido Alianza Patriótica, aliado del PAC en esta ocasión.
Las finanzas están a cargo del exdirectivo del Banco Nacional Olivier Castro.
En algunos momentos ha participado el politólogo Alberto Cortés y su colega; Alberto Salom (exdiputado PAC), antes de asumir, cada uno, nuevas funciones académicas en universidades públicas. Castro y Cortés, al igual que Peñas y Figueres, son extraños en el PAC.
En eso coinciden también con el encargado de estrategia, Iván Barrantes. Es un joven administrador de empresas especializado en márquetin , con experiencia como ejecutivo y gerente en las compañías de refrescos Coca Cola y Pepsi, y en la marca de golosinas Cadbury.
También ha trabajado en campañas políticas en Chile con senadores y con el excandidato Marco Enríquez-Ominami, en el 2010, contó Barrantes.
Habla sin modestia de los resultados hasta ahora exitosos de su campaña, pero insiste en que mucho tiene que ver con Solís. “Con todo respeto, pero con Araya hubiera sido muy difícil”, dijo Barrantes, quien alaba la disposición de Solís de escuchar y seguir los consejos.
Otro que estaba el miércoles 5 de marzo en ese momento crítico en casa de Solís era el sociólogo Arnoldo Herrera, productor de espectáculos artísticos y encargado de las Rutas de la Alegría, el formato festivo de campaña que el PAC usa para visitar comunidades. Él ha trabajado en campañas del PAC, pero hasta ahora en el nivel primario.
El periodista y politólogo Carlos Alvarado dirige la comunicación y la periodista Stephanie González maneja las tareas de prensa. Ambos han trabajado con la bancada legislativa del PAC.
El sello PAC. Ellos también estaban ese miércoles en casa de Solís, incluso antes de que llegaran los candidatos a las vicepresidencias, Helio Fallas y Ana Helena Chacón, esta última recién unida al PAC.
Además asistió Olivier Pérez, presidente del Partido, Olga Marta Sánchez, secretaria general, y Carmen Muñoz, jefa de la actual bancada legislativa, quien apoyó a Solís desde antes de ser electo como candidato presidencial.
En los futuros diputados del PAC, la jefa será Emilia Molina, quien fue tesorera del Partido y después fue candidata a una vicepresidencia en el 2006 con el Partido Unión Patriótica, con Humberto Arce, que se fue del PAC tras ser electo diputado en el 2002. Ella es amiga de Solís, fue su alumna en una maestría y apoyó a Solís desde la precampaña, pero no forma parte del comando de campaña.
La decisión de Solís de hacerse rodear por personas ajenas al PAC ha generado reacciones de malestar en algún sector del Partido, como relató Juan Carlos Mendoza, ex precandidato presidencial.
Ottón Solís, rostro del PAC en sus 13 años de vida y candidato presidencial en tres ocasiones, no tiene asomo en ese comando de campaña. Consultada su opinión, dijo que Solís representa los valores éticos y programáticos del Partido y es de esperar que su equipo lo haga. “Yo supongo que ellos también están comprometidos con lo que el PAC ha defendido con éxito”, dijo.
El comando de campaña lo maneja Melvin Jiménez, quien recuerda a Solís siendo un estudiante de 5.° año en el Colegio Metodista, en Sabanilla. Él era profesor de ética mientras estudiaba Teología, pero los primeros recuerdos de Solís lo sitúan en épocas universitarias.
Coincidieron en actividades con movimientos sociales y después, pasados casi 30 años, volvieron a verse en la lucha contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, por el 2006. Solís le alaba la capacidad para articular lazos con sectores sociales.
Jiménez trabaja a tiempo completo con un permiso que tiene para no ejercer sus funciones episcopales en la Iglesia luterana, el cual deberá prolongar en caso de un eventual cargo si Solís gana la elección.
“Luis Guillermo creyó útil mi experiencia de diálogo con la gente. Dirigir una iglesia es dirigir grupos muy diversos. Eso creo que contó, además de ser parte del PAC y de la amistad que tenemos”, contestó Jiménez. Con Mariano Figueres, Solís dijo que se hicieron amigos en su última etapa en el PLN, pues antes este era de tendencia arayista.