Con la ratificación de Marta Eugenia Soto Bolaños, como miembro de la junta directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR), los diputados reactivaron este órgano que no sesionaba desde noviembre pasado.
La confirmación del nombramiento contó con los votos de 28 legisladores de los partidos Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Movimiento Libertario, así como de legisladores de las agrupaciones cristianas.
Los votos en contra vinieron del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Frente Amplio, a pesar de que el nombre de Soto fue sugerido por el Consejo de Gobierno.
Con la nueva integrante de la directiva, la junta llega apenas a cinco personas, el mínimo necesario para sesionar y conocer de los asuntos relacionados con la política macroeconómica del Gobierno.
Por la junta del Banco Central pasan las decisiones económicas más importantes del país, entre ellas las relacionadas con el tipo de cambio y las tasas de interés de los préstamos.
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Aún están pendientes las ratificaciones de dos personas más: Silvia Charpentier y Victoria Hernández, también solicitadas por el Ejecutivo. Con ellas, se alcanzaría la integración completa del órgano colegiado: siete miembros.
En diciembre, el PAC se opuso a la ratificación de Soto porque ella había dejado su puesto en el BCCR para asumir funciones en un órgano multilateral del cual el Central forma parte.
Para el partido de gobierno, esa es una falta ética en vista de que, luego de acogerse a un proceso de movilidad laboral, Soto volvió en cierta forma a laborar para el Central.
De los oficialistas, el único que la apoyó fue el diputado Víctor Morales Zapata, quien alegó que es hora de dejar de hacer escarnio público, en referencia a la posición de su partido.
Otros parlamentarios criticaron al PAC por su posición en el caso de este nombramiento.