La condición de las carreteras de la red vial nacional no mejoró en los últimos dos años, a pesar de que el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) sacó de sus arcas ¢67.000 millones para conservarlas.
Esto se debe, entre otros aspectos, a que la mayoría de ese dinero (el 39%) fue utilizado para colocar sobrecapas y bacheo, arreglos de bajo costo y superficiales.
El problema es que muchas de las carreteras requerían de reparaciones más elaboradas y profundas, por lo que el 22% del dinero invertido por el Consejo (unos ¢13.000 millones) fue un gasto ineficiente.
Así lo reveló el quinto informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) luego de analizar 5.000 kilómetros pavimentados.
“La condición de la red no ha cambiado; ni desmejoró ni mejoró tampoco. Se necesita implementar una estrategia de gestión; arreglos más profundos”, criticó Guillermo Loría, ingeniero de Lanamme.
Por su parte, Pedro Castro, ministro de Transportes, explicó que con los ¢67.000 millones pretendían mantener los pavimentos transitables, lejos de reparar estructuras.
“Ese dinero no era para mejorar la condición de la red, sino para que la gente tuviera una superficie aceptable y mitigar un poco el deterioro”, declaró el jerarca.
Estado. Los baches y sobrecapas –o sellos asfálticos– sí son la cura para vías en buen estado; es decir, para el 35% (1.755 km) de las evaluadas por Lanamme. Empero, más de la mitad de las vías (2.635 km) requieren de una recuperación funcional.
El 7% (351 km) están críticas; repararlas implica sustituir losas o capa asfáltica, o incluso reconstruirlas por completo. La provincia de Alajuela registra la mayor cantidad de vías urgidas de reconstrucción, seguida por Heredia.