La falta de articulación entre kínder y primer grado de escuela obligó al Ministerio de Educación Pública (MEP) a reformar el programa de estudio de preescolar, en abril del 2014.
Los cambios empezarán a ejecutarse para este curso lectivo y pretenden que las aulas de kínder sean una antesala al proceso de lectura y escritura de los niños, mediante el desarrollo de actividades motoras.
“El cambio radica en el desarrollo de las potencialidades e intereses de los niños. El objetivo es realizar actividades que desarrollen habilidades cognitivas, expresivas, lingüísticas y motoras, a través de un abordaje pedagógico integral”, dijo Guisselle Alpízar Elizondo, asesora nacional de Preescolar.
La modificación del programa era tarea pendiente del MEP, debido a que la oferta educativa anterior tenía más de una década en vigencia y requería incorporar los hallazgos más recientes en neurociencia, según señaló el último informe del Estado la Educación (2013).
La nueva propuesta para preescolar aborda cuatro ejes de trabajo en el aula: el desarrollo humano, el socioafectivo, el psicomotriz y el cognitivo.
Choque. Para las maestras de primer ciclo, la transición de kínder a primer grado representa un choque muy fuerte para algunos niños, debido al cambio en la organización del ambiente físico y del tiempo de trabajo.
“El nuevo programa de lectura y escritura de primer grado está diseñado para convertir el proceso de aprendizaje en una experiencia lúdica. Hay que batallar con el choque de pasar de un área de juegos a organizarnos en pupitres y en filas”, dijo Sonia Solano, maestra de primer grado de la escuela de Villa del Mar, en Limón.
Las profesores piden el acompañamiento de los padres de familia en el proceso de lectura y escritura de sus hijos.
“Los programas de estudio no son mágicos. Está muy bien que se hagan cambios en preescolar, pero se necesita el apoyo de la familia cuando empiezan a leer y escribir. Ahora como no se exigen notasen primer grado, los padres de familia se preocupan mucho menos”, aseveró Milce Solís, maestra en la Escuela Abraham Lincoln, de Alajuelita.
Según el IV informe del Estado de la Educación (MEP), el próximo reto en educación preescolar es aumentar la cobertura (actualmente es de 80%), principalmente en zonas rurales y en las comunidades costeras.