Sandra Ugalde González, una madre de familia no vidente, vecina de Esparza (Puntarenas), alega haber sido víctima de una discriminación este jueves cuando trató de ingresar a la graduación de su hijo, en la Escuela Central Arturo Torres Martínez en esa localidad.
Los incidentes incluso ameritaron la presencia de oficiales de Fuerza Pública en el lugar quienes acudieron luego de una llamada a la línea de emergencia 911, a las 5 p. m. de este jueves. La madre indicó a La Nación que ella fue quien acudió a las autoridades para que intercedieran y la dejaran entrar acompañada de su otra hija.
Sin embargo, de acuerdo con el reporte policial, la llamada hizo alusión a la presencia de una “persona agresiva”. Según el informe, se trataba de Ugalde González a quien no le permitían el ingreso al centro educativo durante una graduación porque le impedían acudir con acompañantes menores de edad.
“Los oficiales dialogan con el Asesor Legal Arturo Meléndez, quien indica que la Fuerza Pública no tiene potestad para obligar al centro educativo a que permite ingresar acompañantes. Que se le indique a la afectada interponer denuncia en el juzgado correspondiente por el trato recibido. No se pudo identificar la directora del centro educativo ya que estaba en parte interna”, advierte el reporte oficial.
La mujer relató que el centro educativo envió dos invitaciones por estudiante. Según su versión, ella acudió con su hija de 10 años quien es su guía y estaba previsto que fuera su narradora durante la velada.
“Si le dan dos entradas y que no se permiten menores, yo entiendo que son niños muy pequeños. Soy una madre sola jefa de hogar y mi hija e hijo vivimos juntos. Voy con mi hija porque ella me guía pero cuando llego a la escuela no me dejan pasar con ella. Les dije que tenía mis entradas y que la niña es mi guía para narrarme el acto y sacar fotos”, declaró este viernes por la mañana.
Según su recuento, los encargados en la escuela le dijeron que su hija debía quedarse en la biblioteca del lugar y que ella fuera sola; que una maestra la podía llevar y dejarla sentada en el salón. Ella se negó argumentando que necesitaba quien le ayudara.
Según el relato de la madre, una maestra allí le dijo: “No ingresa y punto”, para zanjar el asunto.
Mateo Arroyo Cortés, quien es educador en esa escuela, publicó en su perfil de Facebook un mensaje de apoyo a la afectada en el cual hace referencia a los ocurrido.
“Doña Sandra Ugalde Gonzalez, en nombre de los docentes que amamos nuestra profesión y a nuestros estudiantes, le pido perdón por el agravio y la injusticia cometida contra usted y sus hijos. Y no dude recurrir a las instancias administrativas y judiciales para hacer valer sus derechos. Un abrazo solidario”, reza la publicación.
Versión del MEP
Según el área de prensa del Ministerio de Educación Pública (MEP), el director regional, el asesor legal y el supervisor del centro educativo, a pedido de la Ministra, fueron a conversar con la directora del centro educativo cuyo nombre no revelaron.
Según la versión del Ministerio, la directora estaba muy afectada y habría dicho que nunca existió intención alguna de perjudicar el derecho de la madre de familia. No obstante, las autoridades reconocieron lo ocurrido y que “es necesario sensibilizar más a los centros educativos hacia situaciones especiales”.
La graduación contempló 80 estudiantes de sexto grado en la escuela. Debido a la limitación del espacio, aseguró el MEP, la dirección del centro educativo informó, por anticipado, de que los padres de familia podían acompañar a sus hijos graduados pero les solicitó que se abstuvieran de llevar a otros niños para evitar la aglomeración y permitir la realización del acto.
Según el MEP, la escuela habilitó una sala de cuido, a cargo de docentes, como medida de contingencia para quien llevara a otros menores de forma que pudieron dejar a estos niños ahí mientras se efectuaba el acto de graduación debido a la falta de espacio.
El Ministerio aseguró que, según la versión de su personal, la niña no era una guía para que la señora se desplazara y que dentro del recinto en el que tendría lugar el acto de graduación también estaba un hermano del niño que iba a graduarse.
Según el MEP, aunque se ofreció a la madre que dos docentes la guiaran a su asiento, esta declinó ingresar en esas condiciones.
“A partir de lo sucedido la institución tomará medidas oportunas para evitar que este tipo de situaciones no se resuelvan de forma oportuna. Por ejemplo, la escuela considerará, para 2023, dividir la graduación para que puedan participar más familiares”, señaló la entidad.