Casi un 70% de las escuelas y colegios afectados por las inundaciones que dejó a su paso el huracán Julia quedaron con daños estructurales en paredes, pisos y techos; también en tuberías y sistemas eléctricos, detectó el Ministerio de Educación Pública (MEP). Ese porcentaje corresponde a 189 de los 284 centros educativos afectados por el fenómeno climático.
La mayoría de 189 centros educativos ya enfrentaban órdenes sanitaria por daños en la infraestructura. El huracán Julia lo que hizo fue agravar estas afectaciones que ponen al MEP en aprietos, pues ese ministerio carece de recursos propios para asumir los arreglos. Incluso, han admitido que la reconstrucción ya no está entre las opciones.
Julia atravesó el territorio nacional entre el 8 y el 9 de octubre convertido en tormenta tropical, no sin antes dejar múltiples secuelas, principalmente en la zona sur de Costa Rica, donde los habitantes de los cantones de Golfito, Osa, Coto Brus, Buenos Aires y Pérez Zeledón sufrieron cuantiosas pérdidas.
LEA MÁS: MEP registra 234 centros educativos afectados por paso de Julia
“Lo que hizo (el huracán) fue magnificar los problemas existentes. Muchos de los centros afectados ya tenían orden sanitaria y hay otros centros que no tiene orden pero es porque el Ministerio de Salud no ha ido”, informó Leonardo Sánchez, viceministro de planificación del MEP.
Según Sánchez, no es que Julia haya generado, por sí sola, una afectación fuerte a esta infraestructura. Lo que sucedió, admitió, es que estos centros ya se encontraban en una condición vulnerable por lluvias anteriores y Julia agudizó el problema.
LEA MÁS: MEP aclara por qué suspendió clases en todo el país y no solo en zonas afectadas por Julia
El huracán afectó, principalmente, los centros ubicados en el Pacífico sur, en los cantones de Osa, Golfito, Corredores, Coto Brus y Buenos Aires. También escuelas y colegios de Parrita, Cañas, Tilarán, San Carlos, Desamparados, Alajuelita y algunas comunidades de Turrialba.
Agregó que Julia no es un reflejo de la realidad de los problemas de infraestructura del MEP. Más bien, dijo Sánchez, es un ejemplo de cómo existe una infraestructura deteriorada que aumenta su vulnerabilidad ante emergencias de este tipo.
“Muy probablemente las necesidades de infraestructura del MEP pueden superar los ¢400.000 millones”, calculó.
Actualmente, las juntas de educación mantienen engavetados en sus cuentas de caja única, hace varios años, ¢95.000 millones, los cuales no se ejecutan porque la DIE no avanza en los proyectos.
Planes de atención
El Gobierno declaró emergencia nacional por el impacto del huracán Julia yde otros desastres con lluvias ocurridos en octubre. El anuncio se hizo después del Consejo de Gobierno del 12 de octubre.
Como parte de lo anterior, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) debe emitir una resolución de riesgo inminente por el estado de la infraestructura de centros educativos, puentes, viviendas, carreteras y vías férreas.
El Gobierno también anunció que presentará en noviembre un proyecto de ley con el cual busca recursos frescos para realizar esas reparaciones.
Se tramitará un crédito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) de hasta ¢446.000 millones ($700 millones), con el fin de invertirlos en estos arreglos. Esos fondos se distribuirán entre el MEP, y los ministerios de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y Vivienda (Mivah).
El viceministro del MEP, Leonardo Sánchez, dijo que trabajan en depurar las afectaciones y en precisar el costo de arreglar estos 189 centros educativos. Enviarán la lista a la CNE para que se adjunte al proyecto de ley. Este mismo trámite lo hacen el MOPT y el Mivah.
Se desconoce cuánto del préstamo se destinará a la reparación de los centros educativos afectados por Julia, pero se espera, precisó Sánchez, que la ejecución “tenga modelos de contratación más flexibles que no sean engorrosos y no pasen por las Juntas de Educación”.
LEA MÁS: Julia deja centenares de evacuados por inundaciones en 362 sitios y daños en al menos 16 carreteras
“Estamos trabajando en sistematizar las afectaciones. Ese es el insumo para determinar daños y costos. Hay centros que no valen la pena reparar (hay que hacerlos nuevos) pero la mayoría es de reparación”, manifestó Sánchez.
El viceministro adelantó que el modelo de gestión de la construcción probablemente será una alianza público-privada. Podría ser un fideicomiso o un modelo en el cual se aproveche la época de verano para avanzar todo lo que se pueda, explicó.
“Pasarlo por la DIE (Dirección de Infraestructura Educativa) y por las Juntas es muy lento; la experiencia no ha sido buena. Lo que se busca es hacer esto rápido pensando que el próximo invierno venga igual o peor”, dijo Sánchez.