Un novato profesor contó a La Nación la experiencia de preparar a 83 estudiantes para que realizaran el examen de Matemática.
Otra joven embarazada narró porqué lucha por obtener su título de bachillerato. Mientras que una pareja lucha desde ya por un futuro digno para su bebé.
Estas son algunas de las historias que se tejen tras un lápiz, una calculadora y un folleto con problemas matemáticos.
Los testimonios forman parte de los 42.000 estudiantes que desde ayer martes presentan las pruebas de bachillerato.
Se estrenó como profesor en el colegio que lo formó
Jeison Lagos siente pasión por la materia a la que más temen la mayoría de los estudiantes. Para él, la Matemática es su desvelo.
Desde que cursaba noveno año, en el Liceo de Villarreal de Santa Cruz (Guanacaste), tomó la decisión de convertirse en profesor de Matemática. Hace tres años se estrenó en la misma institución que lo formó.
"Hoy es un día muy especial pues me regresa ocho años atrás, a la época en que yo mismo estaba por hacer la prueba de bachillerato. Por más que uno sea buen estudiante no deja de dar nervios", contó el profesor de 24 años.
Este año, al oriundo de La Garita de Santa Cruz le tocó preparar a 83 alumnos de ese colegio.
Texto de Cinthya Bran, periodista de Santa Cruz, Guanacaste.
El niño que lleva en su vientre es su fuerza para salir adelante
Con 17 años de edad y siete meses de embarazo, Kimberlyn Gamboa forma parte de la lista de madres adolescentes embarazadas en el país que cuentan con el apoyo del Ministerio de Educación Pública (MEP) para concluir los estudios secundarios.
Este miércoles, la joven ramonense presentó la prueba de Matemática en el Instituto Superior de San Ramón Julio Acosta García.
Como muchos de sus compañeros, la joven madre se quejó de la dificultad de la prueba, aun cuando pagó clases particulares para sentirse más preparada y enfrentar este examen.
"Creo que mi bebé me da más fuerza. Ahora quiero pasar los exámenes para poder darle un futuro a él. Me siento muy segura y tengo el apoyo de mi mamá para seguir adelante", dijo la estudiante.
Texto de Wanda Araya, corresponsal de San Ramón, Alajuela.
Entre pañales y calculadoras, pareja de estudiantes lucha por terminar bachillerato
Eran las 11:45 a. m.. Alonso Granados ya había terminado el examen de Matemáticas y esperaba a su novia, Tiffany Calderón, en el pasillo.
La vio salir nerviosa del aula y con un abrazo y un beso la calmó. Eso hizo que la madre de su hija se sintiera mejor.
Esta pareja de estudiantes del Liceo Sinaí, en Pérez Zeledón, está a pocas semanas de cumplir los 18 años de edad. Fueron compañeros de sección este año pero son novios desde octavo y padres de familia desde hace casi tres meses.
La vida de ambos cambió en enero cuando se dieron cuenta de que iban a ser padres; la madurez les llegó de golpe y la noticia, en vez de alejarlos como pareja, los unió más.
La primera decisión que tomaron juntos fue terminar el bachillerato ya que la prioridad ahora no son ellos, es el futuro que tienen que formar junto a su hija, según cuentan.
"Esto a mi me hizo madurar, fue un golpe muy duro pero no malo. Mis prioridades cambiaron ya que antes hacía las cosas pensando en mi, ahora las hago pensando en ellas dos. Lo fundamental es seguir estudiando para que en un futuro no les falte nada", relató el joven padre.
Texto Alejandro Méndez, periodista de Pérez Zeledón, San José.