Una docente de Alajuela, de apellido Araya, lleva ocho años sin dar clases debido a que la depresión que padece se lo impide
Desde el 2008, Araya, de 54 años, se encuentra reubicada realizando labores administrativas en la dirección de su escuela, o ayudando en la biblioteca.
“Soy sobreviviente de cáncer; después de eso, comencé a padecer de fibromialgia, que me producía depresión o estrés. Yo me deprimo mucho por los dolores de huesos y músculos”, relató la educadora.
Araya está en la lista de 2.438 docentes que dejaron de ejercer sus funciones por un problema de salud. Todos se encuentran reubicados haciendo labores administrativas en las oficinas de supervisiones de circuito o ayudando en otras tareas en centros de emseñanza, pero conservan su salario de educador.
La manutención de estos funcionarios le cuesta al Ministerio de Educación Pública (MEP) unos ¢43.000 millones anuales, según registros entregados por la institución. También debe pagarse a sus sustitutos.
Las enfermedades psiquiátricas son las que más sacan educadores del aula, explicó Yaxinia Díaz, directora de Recursos Humanos del Ministerio.
Le siguen los problemas de ortopedia, foniatría (dificultades en la emisión de voz), fisiatría (pérdida de funciones ) y neurología (enfermedades cerebrales).
Según Díaz, son los especialistas quienes recomiendan la reubicación. Una comisión del MEP integrada por profesionales en salud y el área administrativa analizan los dictámenes.
“El dictamen no puede ser de un médico general, tiene que ser de un especialista. El funcionario debe traer todas las pruebas (exámenes y placas) de que son merecedores de esa reubicación. La comisión valora los dictámenes y solicitudes y determina la viabilidad técnica de reubicar a la persona; la reubicación debe ser temporal y se renueva cada año”, comentó Díaz.
Lo complejo de la situación es que, aunque tienen problemas de salud, no implica que no puedan laborar. Por tal razón, según Díaz, estos 2.438 trabajadores no están incapacitados.
“La reubicación por salud es que usted no puede hacer unas funciones, pero otras sí. A los docentes los mandamos a circuitos de supervisión a hacer labores administrativas (contestar el teléfono, atender al público) o a los centros educativos, o a hacer otras funciones que se ajusten, por ejemplo, un docente que ya no puede dar clases por su garganta lo ponemos a que le colabore a otro profesor” explicó Díaz.
En el Ministerio también existen otros 1.117 administrativos, como conserjes y mensajeros, que poseen el estado de “readecuados con funciones especiales”. Ellos no pueden realizar su trabajo por un problema de salud. El MEP les hace una readecuación de funciones, por ejemplo, se le asignan tareas de fotocopiado o colaboración en bibliotecas.
El Ministerio de Educación tiene una planilla cercana a los 95.000 trabajadores.
Sin pensiones. La docente de apellido Araya, de Alajuela, pide que la pensionen.
“Estoy segura que muchos de los reubicados diríamos que nos den una pensión, pero ni la Caja ni el MEP hacen nada. Ellos ven que hablo, que camino, pero yo a veces trabajo con dolores. Yo quería estudiar o ponerme una tienda, pero no se puede hacer nada”, contó la docente.
Díaz dijo que el MEP ha venido haciendo gestiones con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y con el Instituto Nacional de Seguros (INS) para ver la posibilidad de algún tipo de pensión por invalidez.
“El MEP no tiene la potestad de obligar a la persona a pensionarse “, afirmó Díaz.
Ante esta situación, una condición que supuestamente es temporal, se prolonga, como en el caso de Luis Hernández, director de la escuela Pedro María Badilla, en San Rafael de Heredia.
Según expuso, varios de los siete reubicados por salud que él tiene en ese centro, llevan más de siete años en tal condición.
Para Hárold Villegas, viceministro de Trabajo, el MEP no está dando una correcta atención a la reubicación por salud ante la ausencia de estudios de salud ocupacional.
“Esos estudios permitirían hacer un abordaje más integral y tomar medidas para evitar en el futuro que se incapacite o reubique más gente por salud”, dijo.