Desesperación. Ese es el sentimiento que invade a los conductores que se atreven a manejar por el centro de San José durante el día ante las presas de autos que se forman por la reparación de las principales calles de la ciudad.
Recorrer en carro un tramo de dos cuadras puede tomar más de 15 minutos por los múltiples congestionamientos que se dan a diario por la sustitución de la deteriorada capa asfáltica.
Esta será cambiada por una de cemento, la cual tiene mayor resistencia y durabilidad, según dijo ayer el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Bernardo Arce.
La reparación, que comprende 22 cuadras, durará cuatro meses y en ella se invierten más de ¢150 millones solamente por parte del MOPT y la Municipalidad de San José.
La Compañía Nacional de Fuerza y Luz, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y Acueductos y Alcantarillados (AyA) hacen trabajos con el fin de que todo quede listo y así no tener que romper en un futuro la capa de cemento.
Asimismo, desde anoche, la avenida 10, cuya vieja capa de asfalto fue levantada totalmente, comenzó a rehabilitarse con una nueva. Esta operación se hará durante los próximos días a partir de las 7 p.m. para evitar molestias a los conductores que transitan durante el día.
Congestión y quejas
Los conductores se han visto afectados por estos arreglos debido a que tienen que cambiar rutas o esperar pacientemente para poder salir del casco central.
Así lo manifestó Rafael Fonseca, chofer de un camión repartidor de cosméticos, quien tiene que estacionar en el bulevar de la avenida central para llevar el producto a las tiendas.
Las congojas son múltiples, especialmente si no se puede llegar a tiempo a su destino. Ese fue el caso de Robert Torres, quien ayer, a las 9:15 a.m., tenía 15 minutos de atraso para llegar a su trabajo y se encontraba en medio del congestionamiento.
"Tengo más de una hora de estar tratando de salir de estas calles. No es posible que cierren vías entre semana; este tipo de trabajos debería de hacerse los fines de semana", aseveró un poco molesto, el conductor Julio Marín.
Baja en ventas
Sin embargo, el descontento no es solo de los conductores. Peatones y comerciantes también se quejan. Los primeros alegan que tienen que pasar por el barro o tomar otras rutas para poder llegar a su destino y los últimos dicen que las ventas han bajado desde que comenzaron con los trabajos hasta el punto que ciertos locales han tenido que despedir a empleados.
Para la administradora de la tienda Pasamanería El Punto, Nelsy Morales, las ventas sí se han visto afectadas, debido a que las paradas de los buses fueron trasladadas a otros puntos.
"Las ventas han estado tan malas que han tenido que despedir a tres empleados, pues no les conviene tener a mucha gente cuando no la necesitan", relató Minor Gutiérrez, encargado de la Panadería El Cometa.
El titular del MOPT salió en defensa del plan. Dijo que a pesar de que las superficies de cemento cuestan más dinero, requieren menos mantenimiento y son más duraderas, pues tienen 20 años de vida útil, contra los 15 de una de asfalto.