Obispo de la diócesis de Alajuela, pero también voz oficial de la Iglesia católica costarricense, Ángel Sancasimiro repasa posturas sobre “temas morales” en medio de la campaña política. A continuación, una entrevista realizada ayer en su casa de habitación, en La Garita de Alajuela.
Usted pidió a los candidatos presidenciales que digan, antes de las elecciones, cuáles son sus criterios y planes en temas como la unión civil de personas del mismo sexo, pero ¿qué quiere la Iglesia católica escuchar de ellos?
Lo mismo que debe exigir toda persona que se apresta a emitir un voto con seriedad y conciencia; es decir, saber qué es lo que piensan quienes postulan sus nombres.
“Saber cuál va a ser la actitud de ellos a la hora de legislar en temas tan importantes para nosotros como son los temas de la vida”.
“Únicamente lo que nos mueve a pedirles que se pronuncien es conocer el criterio de ellos y cuál es su pensamiento y, por tanto, prever cuál va a ser el actuar de ellos en este tema en la futura Asamblea Legislativa”.
¿Ve eso como una estrategia para no dar una posición sobre ciertos temas?
No creo. En el documento que los obispos sacamos no hace mucho, de rehabilitar la política, entre los criterios éticos que diseñábamos tanto para los electores como para los futuros servidores de la patria, lo que pedíamos eran propuestas claras, propuestas concretas, no propuestas de ‘vamos a ver...’.
“Con esas propuestas claras y concretas definitivamente el electorado tiene muy claro el camino por el cual conducir el voto a quien cree y que efectivamente se ajusta más al modelo de país que uno requiere y que quiere para sí mismo”.
¿Cuál es, entonces, la propuesta de la Iglesia católica para los candidatos presidenciales?
En primer lugar, la Iglesia no quiere, en ningún momento, obligar a nadie a que se pronuncie sobre un tema concreto y en esto yo quiero ser muy claro.
“Si Jesucristo no obliga a nadie a seguirle, sino que propone un camino para el que lo quiere seguir, nosotros como Iglesia efectivamente tampoco podemos obligar a nadie a que realice un camino concreto”
“Nosotros proponemos el camino que Jesús nos da en el evangelio”.
Pero, ¿cuál es la propuesta?
Por ejemplo, la de la familia constituida como un matrimonio de acuerdo al designio de Dios, constituida por un hombre y una mujer. Otra cosa es que efectivamente en Costa Rica, como en el resto de los países, la realidad social de la familia ha sufrido multitud de cambios.
“Por eso todos conocemos el estudio que ha mandado el papa Francisco para que en todo el mundo expresemos nuestros criterios sobre qué pensamos sobre toda esta realidad social que la familia está teniendo hoy día”.
”Nosotros no ignoramos esa realidad, pero el que exista no nos inhibe a proponer el camino que Jesús nos propone como valores fundamentales”.
El domingo usted mencionó el mensaje del papa Francisco, de no juzgar a otros por sus preferencias sexuales. ¿Cómo empatar eso con los preceptos católicos, en los que parece que los gais no calzan, al menos en lo referente al concepto de crear una familia?
Yo solamente tengo una respuesta a eso: respeto profundo a quien no piensa como yo, amor a quien no piensa como yo, tolerancia con el que no piensa como yo.
“El hecho de que haya gente que no piensa como yo y que yo tolero, respeto y amo significa que también esa otra persona tiene que ser tolerante y tiene que respetar el criterio de quienes no concuerdan con sus pensamiento”.
“Y esto es para mí fundamental, porque en eso reside la convivencia, en el respeto a la persona y, en ese respeto, no entrar en criterios de juicio. Yo lo entiendo perfectamente: respeto profundo a la persona y no convertirme en el juez de nadie. Por eso, en la homilía, yo dije esta frase: ‘jamás de nuestros labios saldrá una palabra ofensiva contra nadie; jamás de nuestros labios saldrá un juicio peyorativo contra nadie’”.
”Es como una familia, donde una madre puede tener muchos hijos, pero no todos salen como ella quisiera; esa madre es madre de todos y a todos los quiere, pues yo creo que la Iglesia, en ese aspecto, también quiere tener un poquito esas entrañas de madre, de que, aunque haya personas que no comulgan con sus criterios, acogerlos como personas con la misma dignidad como cualquiera de nosotros”.
¿Se ha juzgado a los gais en la Iglesia católica costarricense?
De parte de la Iglesia católica, sí. Pero lo digo categóricamente: difícilmente usted va a encontrar a un amigo o a una amiga que vive esa condición que haya sido humillado por un sacerdote católico.
“Dentro de la Iglesia tenemos un profundo respecto por ellos (los homosexuales); son hermanos, como nosotros”.
“Efectivamente, como dice el Papa, ¿quién soy yo para juzgarlos?. Pero una cosa es el juicio sobre las personas y otra cosa es el camino que, al menos nosotros, creemos y discernimos que es el mejor de los caminos para reconstruir todo este tejido moral que tanta falta hace en los países”.
Rechazan el matrimonio de personas del mismo sexo, pero ¿aceptarían que se unan por lo civil?
Jamás nos hemos pronunciado en contra de los derechos sociales de esas parejas. Creemos que en la actual legislación de Costa Rica, definitivamente se cumplen todos los derechos sociales, o casi todos.
“Yo puedo tener una unión de hecho con una persona del mismo sexo, pero ¿quién me impide a mí que yo pueda heredar a esa persona? ¿Quién me impide a mí el que yo pueda ir a visitar a esa persona o cohabitar con ella?”
No pasa del todo. Las parejas homosexuales no pueden visitarse tan fácilmente en un hospital, si es que uno de ellos está por fallecer.
Bueno, en lo que a derechos sociales se refiere, nosotros no estamos en contra.
“Nosotros efectivamente creemos que tienen esos mismos derechos sociales que tengo yo. En ese aspecto, creo que nunca hemos oído a un obispo expresarse en contra de los derechos sociales que les asiste a las personas que están en uniones de hecho”.
Parece inevitable que en algún momento aquí se apruebe una ley que faculte las uniones gais. ¿Cómo vería ese momento?
Bueno, tengo que ser honesto al responder: ¿qué es lo que desearíamos nosotros? Que una vez que se presenten esos proyectos, ojalá los señores diputados dieran su veredicto de acuerdo en los valores expresados en el Evangelio; eso es a lo que yo aspiraría. ¡Qué así no es! Bueno, yo tendré que respetar cualquier ley proveniente del Primer Poder de la República.
¿Qué tanta afinidad de pensamiento han encontrado con los diputados evangélicos?
Bueno, por lo menos en la caminata que tuvimos el domingo pasado algunos de ellos estuvieron; entonces eso significa que efectivamente el Jesús que motiva nuestro seguimiento a él y que es el centro de nuestra vida, es el mismo Jesús en el cual ellos creen. Sin embargo, ya ve usted que en la Asamblea Legislativa hay diputados católicos que, quizá por lo que sea, yo no los juzgo, no siguen estos criterios.
El domingo usted reconoció que están preocupados por el aumento de los divorcios. ¿Qué hace la Iglesia católica para mantener la figura de familia que defiende?
Aquí quiero invocar a san Pablo cuando nos dice: ‘Este tesoro en vasijas de barro’ o ‘tengo un problema: muchas veces sé lo que tengo que hacer y no lo hago, y muchas veces sé lo que no debo hacer y lo hago’.
“Yo creo que esta es la condición del ser humano: es débil, es frágil, y precisamente por eso le cuesta seguir el ideal que nos propone el Evangelio, pero para eso vino el Señor, para sanar lo que está enfermo”.
“Difícilmente usted no va a encontrar en Costa Rica una parroquia en que no haya un espacio para acompañar a todas estas familias que no están casadas por la Iglesia, o que estuvieron casadas y ahora están en un matrimonio civil”.
También dijo que la familia resulta del matrimonio entre el hombre y la mujer. Entonces, ¿dónde pone las uniones homoparentales y que tienen un hijo?
Le contesto directamente y voy a hacerlo sobre el derecho que tiene el hijo, y es: para su ulterior formación recibir los elementos que van a configurar su existencia, los dos ejes, el masculino y el femenino. Desde esta perspectiva, yo creo que (una pareja homosexual) no es el ámbito propicio para la formación integral del niño.
“Muchas veces invocamos los derechos de los adultos, pero nos olvidamos de los derechos que tiene el niño”.
Decía usted que la convocatoria a la actividad del domingo anterior no era una medición de fuerza con otros grupos sociales, pero ciertamente la asistencia que se vio se la desearía cualquier partido político.
Me alegra que me haga esa pregunta. Yo estuve desde el principio en la organización y, la verdad, la respuesta de nuestro pueblo superó todas las expectativas que teníamos. Pero, ¿qué lectura hay detrás de esto? La Iglesia católica en Costa Rica está viva; la Iglesia católica de Costa Rica estaba deseando el pronunciamiento sobre estos valores y por eso se hizo presente en La Sabana. Nadie los obligó ni pusimos buses gratuitos para que llegaran. La Iglesia está más viva de lo que algunos quisieran.
Volviendo al tema inicial de los candidatos presidenciales, ¿tienen ustedes pensada otra actividad similar para pedirles a los candidatos pronunciarse sobre los temas de su interés?
“En ese aspecto no, no puedo decir qué es lo que tienen las diferentes diócesis. Aquí, en Alajuela, sí tenemos programada una actividad en enero, será toda una semana dedicada a la cultura de la vida.”
Según la Iglesia, ¿cómo debería proyectarse una persona homosexual a lo largo de su vida para vivir en un núcleo familiar propio, más allá de sus padres y hermanos?
Bueno, no soy experto en esto y me disculpa que no le dé una respuesta directa. Creo que él (un gay) y yo estamos obligados, independiente de la condición, a seguir el camino que nos propone el Señor.
“¿Qué no puedo? Bueno, yo creo que aquí quiero invocar las palabras del profeta Isaías: ‘quiero caer más en el juicio de Dios que en el juicio de los hombres’, porque el juicio de Dios es de misericordia, mientras que el de las personas es juzgar a las personas”.
“Ya es una situación difícil; yo solamente lo que digo es que independientemente del camino que tomen, yo tendré profundo respeto a la persona.”
Piden a las homosexuales acercarse al catolicismo, pero ¿cómo lograrían eso si el mensaje limita a esas personas en lo que creen es su plenitud, que es vivir con derechos civiles junto a su pareja?
Todos somos iguales, pero la Iglesia tampoco ve con buenos ojos que una persona conviva con otra de otro sexo fuera del matrimonio.
“En ese aspecto, yo creo que no hay ninguna consecuencia; a todos se nos llama vivir la fe que decimos tener”.
Con respecto a los políticos, ¿ha habido algún acercamiento con ellos al menos desde las altas esferas de la Iglesia católica del país?
A nivel general, no. A nivel diocesano anoche (el martes) tuvimos una reunión con los candidatos a diputado por Alajuela. Es una norma que yo creo que la voy a continuar, incluso cuando salgan (asuman) como diputados, para ver cómo logramos entre los diputados la 'cultura de encuentro', es decir, que sean capaces de sentarnos como estamos usted y yo, entorno a una mesa, para dialogar sobre los temas fundamentales por los que está pasando Costa Rica y que veamos el país por encima del tema partidista.
El actual período legislativo prácticamente está en sus últimas semanas, considerando la coyuntura electoral. ¿Cuál es la valoración que hace usted, desde el enfoque de los intereses de la Iglesia católica, lo que ha pasado estos casi cuatro años?
“¡Qué difícil es enfocar la labor del otro! Y sobre todo cuando una enfoca la labor de un político, pareciera que todos sentimos un cierto gozo en desprestigiar la labor del político, de ahí que hay una imagen tan deteriorada. Yo creo que en esta Asamblea Legislativa, como en otras, los diputados han hecho lo mejor que han podido. Que efectivamente no han cumplido todas las expectativas que la ciudadanía ha podido es esperar, eso es cierto. Que han quedado debiendo en situaciones realmente importantes, es cierto. Pero que han hecho el mejor trabajo que han podido, yo no puedo negarlo. Desde el punto de vista moral no han habido problemas álgidos en esta Asamblea Legislativa; están ahí, pero no han sido puestos en el tapete, así que estos temas álgidos desde el punto de vista moral le tocarán a los próximos diputados.”
Los medios informan de cómo cada vez más países acogen la figura del matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Cree que Costa Rica está ajena a eso?
La legislación de la Iglesia con la legislación civil, los criterio de la Iglesia con los criterios civiles, muchas veces no coinciden. Que pueda llegar el tiempo en que estas cosas (matrimonio gay) se legisle en Costa Rica, yo no lo niego.
"Hemos visto ya tantas cosas en Costa Rica que uno decía 'en Costa Rica esto jamás'. Entonces, el futuro, quien sabe. Yo lo que digo es que tanto unos como otros nos respetemos para hacer una Costa Rica más inclusiva, más segura y más solidaria".
A propósito de la campaña electoral, ¿ya decidió por quién votar?
Para diputados, sí, pero para presidente, aún no.