“Estamos ante un fraude” de alguien que modificó las etiquetas de platos precocinados, denunció el ministro de Agricultura irlandés, Simon Coveney, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la UE.
Bruselas convocó la reunión entre los países afectados (Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Suecia, Rumanía y Polonia) además de Irlanda, ante el impacto que ha tenido el fraude. En Alemania también hay sospechas de que un proveedor recibió productos de lasaña precocinada con carne de caballo.
El presidente francés, François Hollande, afirmó que el caso era “grave” y se felicitó por la decisión de los ministros.
La Comisión Europea analiza la posibilidad de hacer obligatoria la mención sobre el lugar de origen de la carne en comidas elaboradas.