Madrid. AFP. La Justicia y el fisco españoles decidieron pedir cuentas al expresidente catalán Jordi Pujol, líder histórico del nacionalismo regional y una de las grandes figuras de la transición española, dos semanas después de que reconoció haber ocultado una herencia durante décadas.
“La magistrada del juzgado de instrucción 31 de Barcelona acordó requerir a Jordi Pujol que aporte el testamento de su padre y la aceptación de la herencia por parte suya y de su esposa”, informó este viernes el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Tras provocar un terremoto político en esa gran región del noreste de España que presidió de 1980 a 2003, Pujol confesó públicamente, el 25 de julio, que su familia guardó durante 34 años “un dinero ubicado en el extranjero”, legado por su padre a su nuera y sus siete nietos.
Según el diario conservador catalán La Vanguardia, se trata de cuatro millones de euros que se encontraban en un banco de Andorra, pequeño principado en la frontera entre España y Francia, retirado en el 2010 de la lista “gris” de paraísos fiscales.
Según explicó Pujol, de 84 años, el dinero había sido regularizado recientemente por varios miembros de su familia.
Renuncia. A raíz de esta confesión, el que fuera símbolo del nacionalismo catalán tras encabezar la oposición al franquismo en esa región, se vio obligado a renunciar a todas sus prerrogativas como expresidente regional –que incluían un sueldo y una oficina pagados con dinero público– y a la presidencia honorífica de CDC, el partido conservador que fundó en 1974.
Lo hizo para no perjudicar al actual proceso soberanista, explicó su sucesor al mando de CDC y actual presidente catalán, Artur Mas, enfrentado a Madrid por su deseo de organizar un referendo sobre la independencia en noviembre.
La jueza acordó, asimismo, “la práctica de las diligencias solicitadas por el ministerio fiscal” en el marco de una denuncia presentada por la organización ultraderechista Manos Limpias, que incluyen “la entrega de comisiones rogatorias” a Andorra y Suiza para comprobar la eventual existencia de cuentas bancarias de la familia Pujol en esos países, precisó el TSJC.
El jueves, desde su residencia veraniega en Queralbs, Gerona, el exjefe del Gobierno catalán (1980-2003) dijo que en setiembre decidirá cuándo va a declarar ante el Parlamento catalán.
“Estoy a disposición de las instancias jurídicas y tributarias”, añadió. El otrora líder regional, que hasta ahora se mantenía recluido, salió a pie de su residencia y tras la breve declaración se retiró.
El fisco español tomó la delantera y ayer viernes le envió una citación al político.
Es una notificación “de la agencia tributaria, no tengo nada más que decir”, declaró Pujol ante las cámaras.