Guatemala. AFP. El exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, de 86 años, enfrentará un juicio por el genocidio de poblaciones indígenas durante su régimen (1982-1983), una histórica decisión por tratarse del primer exgobernante en ser procesado por este delito en Guatemala.
“Se dicta auto de apertura a juicio en contra de José Efraín Ríos Montt por los delitos de genocidio y de deberes contra la humanidad”, dispuso el juez Miguel Gálvez, al leer la resolución en una pequeña sala del juzgado, abarrotada por familiares de víctimas, activistas de derechos humanos y militares retirados que respaldan al exgobernante.
En el mismo proceso, el juez también decidió abrir juicio por genocidio contra el general retirado José Rodríguez, exmiembro de la cúpula castrense de entonces y quien llegó al juzgado en silla de ruedas.
De inmediato, la defensa anunció que impugnará la resolución. Francisco Palomo, uno de los abogados de Ríos Montt, dijo: “No tenemos ningún temor de afrontar el juicio, siempre que no sea un juicio injusto.
”Lo que esperamos es un juicio justo, no un linchamiento”, insistió el profesional.
Bases para elevar a juicio. Según el juez Gálvez, hay “fundamentos serios” para someter a juicio oral y público al exmandatario de facto “por la supuesta probabilidad de su participación en los delitos que se le imputan”.
Ríos Montt, presente en la sala, no se inmutó al escuchar la decisión judicial.
En la sala solo se oyó un murmullo, mientras que familiares de las víctimas quemaron petardos en la parte baja del edificio de la Corte Suprema de Justicia, donde está ubicado el juzgado.
Fue hasta que el juez Gálvez finalizó la audiencia, que estallaron los aplausos en la sala por parte de quienes buscan justicia por genocidio, al tiempo que se hacía evidente la molestia de los allegados a los militares.
El anciano exdictador está acusado de genocidio por la matanza de unos 1.770 indígenas mayas ixiles, ocurrida en el departamento de Quiché (norte) durante su mandato, en lo más cruento de la guerra civil guatemalteca que dejó unos 200.000 muertos y desaparecidos entre 1960 y 1996.
Gálvez citó a las partes para comparecer el próximo 31 de enero a una audiencia para la aportación de pruebas, tras lo cual definirá la composición del tribunal que llevará el juicio.
El juez dispuso que, a la espera del juicio, los dos acusados siguen en la misma situación jurídica anterior: Ríos Montt en el arresto domiciliario que guarda desde hace un año y Rodríguez internado en el hospital militar por supuestos quebrantos de salud.
En el régimen de Ríos Montt, el Ejército aplicó la política de “tierra arrasada” sobre poblaciones indígenas, a las que acusaba de colaborar con la guerrilla.