Nueva York. EFE y AFP. El nuevo Tratado sobre Comercio de Armas dio ayer sus primeros pasos con el apoyo de 67 países que se acercaron a la sede de la ONU, en una jornada histórica en la que arrancó el proceso de firma y posterior ratificación de un texto que, se espera, entrará en vigor dentro de dos años.
“Este tratado abre la puerta a la esperanza a millones de mujeres y niños en el mundo”, manifestó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante el evento.
Este es el primer tratado que cubre la venta de armas de cualquier tipo en una década, un mercado que asciende a unos 80.000 millones de dólares al año.
La Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría el nuevo documento el 2 de abril en una histórica votación por 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones.
El tratado incluye tanques, vehículos blindados de combate, piezas de artillería de gran calibre, aviones de combate, helicópteros de ataque, naves de guerra, misiles y lanzamisiles, así como el comercio de armas pequeñas.
El canciller de Argentina, Héctor Timerman, fue el primero en firmar el texto. A él le siguieron representantes de 62 países, incluidos países de Europa, África y América Latina, entre ellos Costa Rica, cuya firma cayó de la mano del vicepresidente Alfio Piva.
EE. UU., el principal proveedor mundial de armas, se comprometió a firmar lo antes posible, aunque la ratificación por el Congreso de ese país parece lejana. Rusia y China han reservado su posición y es poco probable que lo rubriquen.
Cada país debe evaluar antes de la firma si el tratado puede ser utilizado para eludir un embargo internacional, violar los derechos humanos o si las armas pueden desviarse a terroristas o delincuentes.
El acuerdo entrará en vigor tras la ratificación de 50 países.