El Cairo. AFP. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, decidió ayer reforzar considerablemente sus poderes, sobre todo frente al aparato judicial, en nombre de la “defensa de la revolución”, pero la oposición lo considera un “nuevo faraón”.
“El presidente puede tomar cualquier decisión o medida para proteger la revolución”, declaró el portavoz de la presidencia, Yaser Alí, quien leyó una “declaración constitucional” por televisión.
“Las declaraciones constitucionales, decisiones y leyes emitidas por el presidente son definitivas y no pueden ser apeladas” en espera de una Constitución, añadió.
Estas decisiones tienen por objetivo “limpiar las instituciones” y “destruir las infraestructuras del antiguo régimen”, añadió refiriéndose a la época del presidente Hosni Mubárak, derrocado en febrero de 2011 por una revuelta popular.
Con esta finalidad declarada, solicitó “nuevas investigaciones y juicio” de los casos de asesinatos de manifestantes durante la revuelta del año pasado, lo que puede suponer una amenaza para algunos altos mandos militares o policiales, e incluso un nuevo proceso judicial para Mubárak, actualmente condenado a cadena perpetua.
Este anuncio se hizo un día después del acuerdo de alto el fuego entre Israel y los grupos armados palestinos de la franja de Gaza, en el que Mursi desempeñó un papel importante alabado en el exterior.
‘Nuevo faraón’. El opositor Mohammed el-Baradéi, exjefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y Premio Nobel de la Paz, acusó a Mursi de proclamarse “nuevo faraón”.
“Hoy, Mursi usurpó todos los poderes y se proclamó nuevo faraón de Egipto . Un enorme golpe asestado a la revolución que podría tener consecuencias espantosas”, escribió el-Baradéi en Twitter.
Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes elegido en junio pasado, ya acumula el Poder Ejecutivo y el Legislativo (la Cámara de los Diputados fue disuelta en junio) y mantiene relaciones tensas con una parte del Judicial.
El jueves también decidió destituir al fiscal general, Abdel Meguid Mahmud, a quien no había conseguido relevar del cargo hace un mes y designó en su puesto a Talaat Ibrahim Abdalá por un periodo de cuatro años.