La cancillería precisó, en un comunicado, que la embarcación salió a las 7:30 a. m. hora de Costa Rica del puerto de Colón hacia Cuba, con 32 marinos, luego de que exámenes de la Cruz Roja determinaron que la “tripulación se encuentra en buen estado de salud”.
Los otros tres tripulantes –capitán, primer oficial y secretario político de la nave– enfrentarán en Panamá cargos por tráfico de armas, cuya pena máxima es de 12 años de prisión; en tanto que las armas están bajo custodia policial.
“Ya el barco zarpó. Los marineros están felices porque por fin se acabó esta historia donde han perdido siete meses de su vida”, confirmó el abogado Julio Berríos, que asistía a la tripulación.
En agosto, expertos de la ONU visitaron Panamá para determinar si fueron violadas resoluciones del embargo sobre armas, pero aún no divulga sus conclusiones.