Seúl, Corea del Sur. La Fiscalía surcoreana pidió este martes 30 años de cárcel contra la expresidenta, Park Geun-hye, destituida por un enorme escándalo que puso al descubierto las oscuras conexiones entre el mundo de la política y de los negocios.
La destitución de Park, de 66 años, fue confirmada en marzo del 2017 por la máxima corte del país. Desde entonces está en prisión preventiva.
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"Pedimos al tribunal que dicte una sentencia de 30 años de prisión y una multa de 118.500 millones de wones ($110 millones) contra la acusada, que debe ser considerada responsable del escándalo", dijo la Fiscalía en un comunicado leído en el Tribunal.
La Fiscalía acusa a Park de haber aceptado, en colaboración con su confidente y amiga Choi Soon-sil, sobornos por valor de 59.200 millones de wones de tres grandes conglomerados surcoreanos (Samsung, Lotte y SK) a cambio de favores políticos.
Park también está inculpada por haber obligado a 18 empresas a "donar" un total 77.400 millones de wones a dos fundaciones controladas por Choi.
El Tribunal del distrito central de Seúl condenó hace poco a Choi a 20 años de prisión por abuso de poder, corrupción e injerencia en los asuntos de Estado.
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"La acusada abusó del poder que tenía de manos del pueblo para el beneficio personal de la señora Choi y el suyo propio", indicó la Fiscalía.
"Violó los valores constitucionales fundamentales de protección de la economía de mercado y de la libertad democrática (...). En consecuencia la acusada se convirtió en la primera presidenta en ser despedida por destitución, infligiendo al país una cicatriz imborrable", añade.
Park, la hija mayor del dictador Park Chung-Hee, creció en el palacio presidencial, donde su padre dirigió el país desde 1961 hasta su asesinato en 1979. Durante décadas estuvo considerada como la "princesa" política del país.
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Pero en un contexto de dificultades económicas y sociales, miles de personas salieron a las calles para pedir su dimisión cuando se reveló el caso.
Park fue destituida en diciembre del 2016 por el parlamento, una decisión confirmada tres meses más tarde por el Tribunal Constitucional, lo que permitió levantar su inmunidad e inculparla.
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El caso puso de relieve las oscuras conexiones entre las élites políticas y económicas del país.
Los enormes conglomerados surcoreanos ('chaebols'), en manos de familias y con estructuras muy complejas son el motor de la economía surcoreana.
Grupos como Samsung o Hyundai han tenido un papel crucial en el “milagro” económico de los 1960 y 1970, que transformó un país destruido por la guerra.
La Fiscalía acusa a Park de "aliarse con los 'chaebols' en vez de con el pueblo" y de haber agravado "las relaciones malsanas entre los poderes políticos y económicos".
A principios de febrero, la justicia surcoreana liberó al heredero del imperio Samsung, Lee Jae-Yong, juzgado en el marco del mismo caso.
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Desde octubre, la expresidenta surcoreana rechaza presentarse a la audiencia y denuncia una justicia parcial.
Su caída precipitó unas elecciones anticipadas en mayo del 2017, en las que ganó el candidato de centroizquierda Moon Jae-in.