Cartes, un exitoso hombre de negocios y dirigente deportivo de 56 años, recién llegado a la política, aspira a devolver el timón presidencial al conservador Partido Colorado , vinculado al autoritarismo, el clientelismo y la corrupción, y derrotado en las urnas hace cinco años por el expresidente izquierdista Fernando Lugo.
El triunfo en el 2008 del exobispo católico, destituido en junio pasado por el Congreso por “mal desempeño”, marcó el final de una hegemonía colorada de 61 años, que incluye el régimen de Stroessner (1954-1989).
Ahora Cartes, quien hizo fortuna vendiendo cigarrillos a Brasil y Argentina, se convirtió en el postulante colorado después de ganar la interna partidaria en el 2011y busca ser presidente para dejar atrás las viejas prácticas.
La Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado (ANR-PC), de tendencia conservadora y nacionalista, fue el partido de gobierno en Paraguay desde su fundación en 1887 y hasta 2008, exceptuando casi toda la primera mitad del siglo XX (1904-1946), cuando el poder estuvo en manos del Partido Liberal, su tradicional opositor.
Durante la mayor parte de los 35 años de dictadura de Stroessner fue, además, el único partido legal.
Grupo privilegiado. “Acá se hizo costumbre de que aquellos que acceden al gobierno el país le pertenece. Lo que es del pueblo se convierte en propiedad de un grupo privilegiado que rodea al que maneja el Ejecutivo. Gastamos como si fuéramos un país rico, pero tenemos 40% de pobres”, dijo Cartes.
Una de los dos últimas encuestas divulgadas, de la firma Grau y Asociados, da a Cartes el 45,3% de la intención de voto, a 14 puntos de su principal rival, el oficialista Efraín Alegre, del Partido Liberal. Pero otro sondeo que se dio a conocer el domingo otorga al empresario el 34,8% de las preferencias, por debajo de Alegre (el 36,7%).