Nueva York. AFP. El presidente Barack Obama abogó ayer, en Nueva York, por una profunda reforma financiera, subrayando que Estados Unidos arriesga una nueva crisis si no es aprobada y exhortó a Wall Street a apoyarla.
“Es esencial que aprendamos las lecciones de esta crisis, para no condenarnos a repetirla”, declaró Obama en un discurso pronunciado en Cooper Union, una universidad privada del sur de Manhattan, cerca de Wall Street, el barrio de la Bolsa y de los grandes bancos.
“No nos equivoquemos; es exactamente lo que va a suceder si dejamos pasar esta ocasión” de volver a cero el sistema regulatorio de bancos y otras instituciones financieras, proyecto en consideración del Senado, subrayó el presidente.
Más temprano en la jornada, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, prometió que el Gobierno ya no salvará a los bancos que tomen demasiados riesgos con el dinero de los contribuyentes, y que estos serán “desmantelados”. Calma. En su intervención, Obama tranquilizó a los inversores, al asegurar que él cree en el capitalismo y en el “poder del mercado”.
“Creo en un sector financiero fuerte que ayude a la gente a formar un capital, a obtener préstamos e invertir sus ahorros”, afirmó. “Pero un mercado libre nunca implicó un permiso para tomar todo lo que uno pueda tomar”.
Una versión de la reforma ya fue aprobada en la Cámara de Representantes y otra del demócrata Chris Dodd está en comisión en el Senado. Pero esta última debe ser adoptada por el pleno del Senado, para lo cual es necesario convencer a algunos republicanos, que cuentan con minoría de bloqueo en la rama alta del Congreso.