El presidente mexicano, Felipe Calderón, dijo en conferencia de prensa junto a su colega estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, que iniciarán un nuevo diálogo con los siete Estados que integran el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) como parte de los esfuerzos para fortalecer el enfoque regional de seguridad.
Los tres líderes participantes en la cumbre de América de Norte dedicaron gran parte de su atención al auge que experimentó el crimen organizado a raíz de los esfuerzos antinarcóticos que EE. UU. ha financiado en Colombia y México.
Obama explicó: “Si los narcotraficantes en América Central comienzan a ocupar espacios mayores y a controlar sectores mayores de la economía, si están debilitando las instituciones en esos países, eso afectará nuestra capacidad de hacer negocios en esos países, pudiera haber un contagio con nuestros ciudadanos que residen allá, turistas que visitan”.
El mandatario estadounidense dijo que su gobierno debe preocuparse por la seguridad regional porque su país es “el destino final para una buena parte de este mercado” y señaló además que el impacto de las drogas alcanza ya a las comunidades más aisladas de Estados Unidos y Canadá.
Harper coincidió con Obama al calificar como serio el problema de seguridad regional. Ese “tiene un impacto real en la salud y seguridad de comunidades en nuestros países también”.
La propuesta presupuestaria que el presidente Obama presentó en febrero al Congreso para el año fiscal 2013 mantiene en $60 millones los fondos para la Iniciativa de Seguridad de América Central, cuyos Gobiernos celebraron en junio una cumbre en Guatemala para definir una estrategia regional y coordinar con países donantes.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez, anunció que planteará durante la Cumbre de las Américas la posibilidad de que los Gobiernos centroamericanos legalicen el tráfico y consumo de droga.
Aparte, los tres mandatarios anunciaron esfuerzos por simplificar trámites en sus respectivos países para agilizar el comercio trilateral, que por primera vez alcanzó el billón de dólares, y tanto Calderón como Harper aprovecharon para reiterar a Obama su interés en sumarse a las negociaciones del acuerdo conocido como Pacto Trans-Pacífico.