París. EFE. El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega denunció ayer “una conspiración internacional”, dirigida por Estados Unidos contra él, para evitar su vuelta a Panamá ante el Tribunal de Apelación de París, donde recurrió para reclamar su puesta en libertad.
Noriega afirmó que los argumentos utilizados por la Fiscalía de París para justificar su estancia en prisión “son una conspiración internacional, donde la mano y el sello es Estados Unidos”.
“La acusación de la Fiscalía es igual que la acusación que hicieron en Miami”, dijo, refiriéndose al proceso que lo condenó por narcotráfico en Estados Unidos, donde pasó 20 años detenido.
El que fuera hombre fuerte de Panamá hasta la invasión de su país por EE. UU., en 1989, también solicitó al tribunal “un hábitat para tener la oportunidad” de preparar el proceso previsto contra él del 28 al 30 de junio próximos, por cargos de blanqueo en Francia de dinero del narcotráfico.
Se quejó de que la celda de la cárcel de la Santé de París, lugar donde está ingresado desde su extradición a Francia el 27 de abril, “no reúne las condiciones ni físicas ni mentales” para poder preparar su defensa, entre otras cosas porque no tiene acceso a todos los documentos.
“Solicito la oportunidad de poder defenderme. En el lugar donde estoy no puedo defenderme”, argumentó antes de recusar como “bastante irónica” la hipótesis del riesgo de fuga evocada en el dictamen del Tribunal Correccional de París, que la semana pasada rechazó su demanda de puesta en libertad.
Insistió en que sus condiciones de arresto en la Santé están “contraviniendo” la Convención de Ginebra, que establece las reglas de tratamiento de los prisioneros de guerra, que es el estatuto que le otorgó Estados Unidos en 1992 y que la justicia francesa le reconoció la semana pasada.