Bajo el lema "Madre, enséñanos a trabajar por la Justicia", miles de fieles recorrieron a pie los 60 kilómetros que separan al santuario de la capital argentina para renovar su fe en la virgen María en una tradición que se cumple desde hace 38 años.
"Hoy venimos a hacer un pedido: que nos enseñe a trabajar por la justicia", dijo el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, al presidir la misa frente a la Basílica.
Ante una multitud con mayoría de jóvenes, el religioso lanzó una convocatoria a la solidaridad.
"No hagamos la nuestra, necesitamos una gran mirada que nos haga hermanos y nos preocupemos siempre por los demás", arengó.
Una intensa llovizna castigó a los peregrinos, en tanto recibieron asistencia sanitaria en más de 50 puestos diseminados a lo largo del camino con la participación de unos 5.000 voluntarios.