EscucharSantiago. AFP El general retirado del Ejército chileno Sergio Arellano Stark, quien comandó una comitiva militar que mató a 75 opositores semanas después de la instalación de la dictadura de Augusto Pinochet en 1973, murió a los 94 años.
Arellano lideró la llamada Caravana de la muerte, el caso que motivó el primer procesamiento y el arresto domiciliario de Pinochet, del que el exdictador fue sobreseído definitivamente por “demencia” en 2001.
Por orden de Pinochet, Arellano jefeó una comitiva militar que semanas después del golpe de Estado que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende e instaló la dictadura de Pinochet (1973-1990) recorrió Chile en un helicóptero ejecutando sumariamente a 75 opositores que estaban presos.
El militar falleció este miércoles en una casa de retiro donde se encontraba internado, debido a un deterioro asociado a su avanzada edad, confirmó su familia a medios locales.
“Murió en la más absoluta impunidad”, lamentó Carmen Hertz, abogada de derechos humanos y viuda de Carlos Berger, periodista víctima de la caravana militar, a la radio local T13.
Arellano fue un “represor, que encabezó una operación de exterminio de las más grandes”, dijo Hertz. Denunció que a “la calidad de ser un represor y genocida, agregó la de ser un tipo cobarde. Siempre eludió su responsabilidad ligándosela a otros”.
Por el caso de la Caravana de la muerte, el juez Víctor Montiglio condenó a Arellano a seis años de prisión pero determinó que no cumpliera la pena en una cárcel “debido a su deteriorado estado de salud mental”, tras ser diagnosticado de Alzheimer.
Pinochet, en tanto, tras ser sobreseído definitivamente en este caso enfrentó otros procesos judiciales, pero murió sin ser condenado por ninguno de ellos en diciembre de 2006, a los 91 años, debido a un infarto.
La dictadura dejó más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
