Estambul. AFP. Las protestas en Turquía contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan entraron en una nueva fase ayer, con la movilización de decenas de miles de personas convocadas por dos importantes sindicatos, tras seis días de masivas manifestaciones en varias ciudades del país.
La Confederación Sindical de Obreros Revolucionarios (DISK), que afirma tener unos 420.000 miembros, se sumó ayer a la Confederación de Sindicatos del sector público (KESK) para organizar marchas en la mayoría de las grandes ciudades del país.
En Estambul, las actividades de los dos sindicatos izquierdistas convergieron en la plaza Taksim, corazón de la revuelta contra el Gobierno. “¡Taksim, resiste, los trabajadores llegan!”, fue uno de los lemas que se corearon.
Escenas similares se vieron en Ankara, donde unos 10.000 manifestantes desfilaron al grito de “¡liberen el camino, llegan los revolucionarios!”, o “¡Taksim está en todas partes!”.
A la espera de que Erdogan, en viaje oficial al Magreb, regrese hoy a Turquía, los manifestantes mantienen su determinación, pese a las “disculpas” presentadas por el vice primer ministro, Bulent Arinç , a las víctimas de las brutales represiones policiales.
Pedidos concretos. Representantes de los manifestantes turcos reclamaron ayer al Gobierno que destituya a los jefes de la Policía de varias ciudades del país, entre ellas Estambul y Ankara, por haber hecho un uso excesivo de la fuerza.
Entre otras exigencias, figuran “la liberación de todos los manifestantes detenidos desde el comienzo del movimiento” de protesta y el “abandono” del polémico proyecto de urbanización de la plaza Taksim de Estambul, que fue el detonante del descontento.
Los manifestantes también demandaron que la Policía deje de utilizar gases lacrimógenos y que se respete más la libertad de expresión en Turquía .
Como en noches anteriores, el miércoles se produjeron enfrentamientos en Estambul y Ankara. La Policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes.
Dos personas murieron y más de 2.800 resultaron heridas desde los primeros enfrentamientos del viernes, según una ONG de defensa de los derechos humanos.
Estas cifras no han sido confirmadas por las autoridades, según las cuales hay “más de 300” heridos, en su mayoría policías.
Ayer, al menos 25 personas fueron detenidas en Esmirna por haber difundido en Twitter “informaciones falsas y difamatorias”, informó la agencia Anatolia.
Alí Engin, responsable local del principal partido de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), declaró a Anatolia que los sospechosos fueron detenidos por haber “llamado a la gente a manifestarse”.
El domingo, Erdogan criticó públicamente a Twitter y a las redes sociales, calificándolos de “causantes de problemas”.
Las protestas, espontáneas y que se expandieron por las redes sociales, comenzaron por cuestiones medioambientales, pero ahora critican el creciente estilo autoritario de Erdogan , que utiliza su mayoría absoluta para imponer leyes sin consenso.