Biskek. AFP Kirguistán aprobó este domingo una nueva Constitución que debería aumentar considerablemente los poderes del Parlamento tras un referendo en el que se pronunció 70% de los electores, anunció la presidenta interina Rosa Otunbayeva, que permanecerá en el poder hasta el 2011.
“La nueva Constitución fue adoptada, a pesar de los salvajes ataques de sus adversarios”, declaró Otunbayeva horas después del cierre de los colegios electorales en este pequeño país de Asia central, pobre e inestable.
El 70% de los electores acudieron a las urnas, indicó la Comisión Electoral. Los resultados provisionales serán publicados hoy.
El presidente de la comisión, Akilbek Sariev, dijo que era “muy pronto para decir que la nueva Constitución fue adoptada”.
No obstante, los primeros resultados parecían dar la razón a la Presidenta. Con 44,37% de los colegios electorales escrutados, el “Sí” obtenía el 89,9% de los votos, según la página Internet de la comisión.
Unos 2,5 millones de votantes fueron convocados a las urnas para decir Sí o No a la nueva ley fundamental, de crucial importancia para que el gobierno provisional pueda restablecer la estabilidad.
Las autoridades temían un brote de violencia tras los violentos enfrentamientos entre la minoría uzbeka y la mayoría kirguisa a principios de este mes, en los cuales murieron cientos de personas.
Históricamente, las relaciones entre la minoría uzbeka (15% y 20% de la población) y los kirguisos han sido tensas, debido sobre todo a las disparidades económicas de las que salen mal parados los uzbekos.
La nueva Constitución debilita el poder del Presidente en beneficio del Parlamento, para evitar la concentración de poder.