Moscú. AP. El primer ministro ruso, Dmitry Medvédev, pidió ayer que las tres integrantes de la banda punk y activistas de oposición Pussy Riot sean liberadas al considerar que más tiempo para ellas en prisión sería improductivo.
La petición podría señalar que serán libradas inminentemente, pues tienen fecha para presentar su apelación el 1.° de octubre.
El grupo fue arrestado por interpretar en la principal catedral de Moscú una canción en que pedían a la Virgen María sacar al presidente Vladimir Putin del poder y que salvara a Rusia del político en la víspera de las elecciones generales que lo llevaron, por tercera ocasión, a la presidencia.
Las mujeres sumaban más de cinco meses en prisión cuando fueron sentenciadas en agosto por vandalismo e intolerancia religiosa, y se supone que deberían pasar dos años tras las rejas.
El que Medvédev, quien se proyecta como un líder más liberal, haya pedido la liberación podría permitir que Putin deje el incómodo caso detrás de él sin lucir débil pero cediendo a los reclamos.
“La exposición de mujeres, que suelen presentarse en vestidos de colores y pasamontañas, y la histeria que ha acompañado el caso me hace sentir repugnancia”, dijo Medvédev. Sin embargo, agregó, “mantenerlas más tiempo en prisión sería improductivo.
“Según mi punto de vista, una sentencia suspendida sería suficiente, tomando en cuenta el tiempo que ya pasaron detenidas”, concluyó durante una junta con integrantes del partido Rusia Unida en la ciudad de Penza, que fue transmitida por televisión pública.
El encarcelamiento de las activistas se ha convertido en símbolo de la represión de Putin contra el disenso tras su regreso a la presidencia. Además , se han realizado protestas en diversas ciudades del mundo para apoyarlas.
Antes del fallo de la corte, Putin manifestó que las mujeres no deberían ser juzgadas tan duramente, lo cual llevó a que se pensara que podrían ser sentenciadas solo al tiempo que ya habían pasado en prisión y serían liberadas en la corte.
Al final no ocurrió e eso pues el presidente ha mantenido su imagen de inquebrantable en los 12 años que lleva en el poder.
La noche antes de las declaraciones de Medvédev, la televisión estatal rusa presentó un programa en el cual se denunciaba a las Pussy Riot y se reforzaba el mensaje de que el Gobierno aún las considera despreciables.
En el programa se decía que la banda opositora recibía dinero de Boris Berezovsky, un empresario que ha vivido en Gran Bretaña desde el 2001 tras un diferendo con Putin.
Berezovsky manifestó ayer, sin embargo, que no tenía nada que ver con el grupo, aunque estaba muy complacido por las acciones y la valentía de las chicas.