La Habana. AFP Vehículos Audi y Hummer en las calles, restaurantes que venden platos de tortuga o ciervo, gimnasios que cobran en divisas a sus socios, luna de miel en un hotel de cinco estrellas: el lujo reaparece tímidamente en Cuba tras medio siglo de igualitarismo y austeridad, de la mano de las reformas económicas del presidente Raúl Castro.
Como reflejo del tímido retorno del consumo de bienes y servicios no esenciales en la isla comunista, estimulado por los nuevos trabajadores privados o cuentapropistas, que ya suman 400.000, ahora se ven en La Habana vehículos Audi, Mercedes Benz, BMW y Hummer con placas de matrícula color amarillo, señal de que pertenecen a particulares cubanos.
No son demasiados frente a la enorme flota de autos estadounidenses de los años 50 (“almendrones”) o los Lada rusos de los 80, pero antes todos los autos de lujo eran de diplomáticos (placa negra).
Raúl Castro, que sucedió a su hermano Fidel en 2006, ha abierto espacio a la iniciativa privada para estimular la economía, pero sus reformas han creado brechas en los ingresos y la capacidad de consumo, en un país de 11,1 millones de habitantes, donde el sueldo promedio es de 20 dólares al mes.
No obstante, Raúl defiende estas medidas diciendo que crearán una “sociedad menos igualitaria, pero más justa”.
Cientos de salones de belleza, cafeterías, gimnasios, talleres mecánicos y otros negocios privados han aparecido, y se han multiplicado los “paladares”, los restaurantes particulares autorizados por Fidel en los años 90, que coexisten con los del Estado. Antes los cubanos tenían prohibido hospedarse en hoteles, pero Raúl Castro eliminó esa regla en 2008.
“Durante 2012, yo vendí 53.000 dólares en paquetes (turísticos) a cubanos. Vendí tanto a cubanos, en realidad este mercado se mueve muchísimo”, declaró el responsable de una agencia de turismo.
Una persona que pidió el anonimato, dijo: “Hay mucho más poder adquisitivo entre los cubanos, me he dado cuenta porque hay más afluencia”.
Un día en un resort de playa con todo incluido ronda los 200 dólares, aunque hay diversas promociones.
Algunos cubanos de Miami que visitan la isla pagan las vacaciones de familiares en Varadero u otras playas. El presidente de EE. UU., Barack Obama, y Raúl Castro eliminaron barreras que limitaban viajes de los emigrados a la Isla .
Un récord de 400.000 cubanos emigrados visitaron la Isla en 2012, según cifras oficiales, y se cree que muchos cuentapropistas abrieron sus negocios con capital de familiares en el exterior. Más de 2.000 millones de dólares llegan al año a Cuba en remesas familiares, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).