Berlin. AFP. La Iglesia católica alemana ha tomado una medida contundente para castigar a los fieles que la abandonan: desde ayer quienes no paguen el impuesto religioso estarán privados de acceso a los sacramentos.
Según un sistema creado en el siglo XIX, los ciudadanos residentes en Alemania pueden declararse miembros de una religión o “no religiosos", según detallaron.
En el primer caso, pagan un tributo que según las regiones asciende a entre 8 y 10% del impuesto sobre la renta. Si luego cambian de opinión, deben hacer gestiones para “salir de la Iglesia”.
Pero en la patria del l papa Benedicto XVI y de Lutero, que cuenta con un tercio de católicos y la misma proporción de protestantes, cada vez son más los que “salen de la Iglesia”, a raíz de los escándalos de pedofilia que salieron en 2010.
El año pasado 126.488 los católicos salieron, después de 181.000 en 2010, según cifras oficiales.
Inquieta por el fenómeno, la Conferencia Episcopal alemana publicó el jueves un decreto con el que busca atajar la hemorragia. En virtud de este, toda persona salida de la Iglesia no podrá recibir los “sacramentos de la confesión, la eucaristía, la confirmación y la unción de enfermos -salvo en caso de peligro de muerte”. Tampoco podrá apadrinar a un niño.
Y “si la persona que ha salido de la Iglesia quiere casarse religiosamente, debe pedir permiso a las autoridades religiosas locales. Con la condición de que prometa conservar la fe y educar a sus hijos religiosamente, en la fe católica”, precisaron los obispos en su decreto.
“Si la persona salida de la Iglesia no ha manifestado ningún remordimiento antes de su muerte, puede rechazarse el entierro religioso”, añadieron.
“Salir de la Iglesia es un acto público de distanciamiento y voluntario de la Iglesia, y una falta grave para con la comunidad religiosa”, dijeron los obispos alemanes.
El comité central de católicos alemanes, la mayor federación, se felicitó por la iniciativa.
“Estamos muy contentos de ver que las prácticas ya en curso han sido adoptadas, con el aval del Vaticano”, declaró su portavoz, Theodor Bolzenius.