El presidente del Congreso, Juan Hernández, afirmó que la nueva figura evitará problemas en casos como el del expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009, luego de que el Congreso intentó destituirlo legalmente sin contar con una figura jurídica en la Constitución que le permitiera hacerlo.
Para la destitución del presidente se requerirá el voto de las tres cuartas partes (96) de los 128 diputados, mientras que en los demás casos bastará con dos tercios del Congreso (86).
En diciembre pasado, el Congreso destituyó a cuatro magistrados por haber declarado inconstitucional el plan de depuración policial que impulsa el gobierno.
No obstante, organizaciones civiles interpusieron recursos legales contra esa destitución, argumentando que los diputados no tenía facultades para ello.