Cameron es el primer jefe de gobierno británico que disculpa expresamente por los hechos ocurridos hace 38 años.
“El gobierno es, en último término, responsable del comportamiento del Ejército. En el nombre del gobierno y del país les digo: lo siento profundamente”, expresó el político ayer en Londres.
La declaración llegó con la divulgación del
Ayer, miles de personas siguieron la publicación del informe desde la localidad de Londonderry, donde ocurrió la tragedia.
Ante una gran pantalla, los espectadores estallaron de júbilo al escuchar las declaraciones del primer ministro.
Una comisión presidida por el juez Mark Saville estuvo a cargo de la investigación sobre los acontecimientos del domingo 30 de enero de 1972, cuando soldados británicos abrieron fuego contra católicos desarmados que participaban de una marcha a favor de los derechos civiles en Londonderry. Los militares mataron a 14 personas durante la incursión.
La investigación responsabilizó por primera vez al Ejército británico de la masacre y releva de culpa a las víctimas a quienes inicialmente se culpó de incitar a la violencia.
El informe sostiene que los soldados no recibieron disparos antes de atacar a los manifestantes y que algunos perdieron se descontrolaron. Además, Cameron dijo que ninguna de las víctimas representaba un peligro para ellos.
Una primera investigación de los sucesos eximió de culpa al Ejército, alegando que los soldados actuaron en defensa propia.
La presión de familiares de las víctimas y el deseo de impulsar el proceso de paz obligó en 1998 al primer ministro Tony Blair, a realizar una nueva investigación que finalmente se inició en 1998. Ante este hecho, familiares de las víctimas y el gobierno irlandés presentaron pruebas adicionales.
El conflicto entre protestantes británicos y católicos irlandeses escaló a partir de ese episodio y dio un fuerte impulso a grupos terroristas, como el IRA. Ese sangriento antecedente, propició un conflicto armado en los años 60, que cegó más de 3.500 vidas.