“Fue una cumbre muy difícil, muy dura (...), pero hemos obtenido resultados”, expresó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en rueda de prensa al cerrar ayer dos días de reuniones maratonianas de dirigentes europeos.
Las bolsas europeas celebraron eufóricas el acuerdo con fuertes alzas y en los mercados de deuda las tasas de interés de la deuda de España –que llegaron a superar el 7%– e Italia a diez años, cayeron respectivamente por debajo de 6,5% y de 6%, revirtiendo la insostenible tendencia al alza de los últimos días.
La bolsa de Milán terminó con un alza de 6,59%, mientras que Madrid subió 5,66%, igual que París (+4,75%), Fráncfort (+4,33%) y Londres, con un alza más moderada de 1,42%. La bolsa de Atenas avanzó 5,68%.
La Bolsa de Nueva York registró un alza de 2,20% en el Dow Jones, su principal indicador.
La inyección de capital directa a la banca española, con un tope de 100.000 millones de euros, se hará desde el fondo de rescate europeo, sin pasar por el Estado, pero a condición de que “el BCE pase a ser el supervisor único del sector bancario en la eurozona”, como quería Alemania.
Una vez que esta supervisión reforzada entre en vigor, posiblemente antes de fin de año según estimó la UE, la ayuda dejará de contabilizar como deuda pública.
Esto es una gran noticia para España, país que se ha comprometido con Bruselas a reducir su déficit público al 5,3% del PIB este año, frente al 8,9% en el 2011, en medio de una grave recesión y un desempleo de casi al 25% de la población.
España deberá además cumplir con “una condicionalidad adecuada”, según señaló el Eurogrupo, que no dio más detalles sobre el rescate bancario cuyas condiciones (monto exacto, plazos de devolución, periodos de carencia, tasas de interés) espera tener definidas en la próxima cumbre del 9 de julio.
España pidió oficialmente esta semana ayuda a la zona euro para sanear e inyectar capital en su banca, frágil tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.
El rescate de España se hará primero a través del fondo de rescate temporal FEEF y después el MEDE, que entrará en vigor en julio, y que en este caso no tendrá su condición de acreedor preferente, lo cual es una muy buena noticia para los inversores privados que temían quedar relegados en caso de que el país declarara una moratoria.