San Salvador. Abed Lizandro Funes renunció el 2 de septiembre pasado al call center para el que trabajó casi tres años. Una quincena más tarde, comenzó el proceso para tramitar su indemnización, pero después de cuatro meses sigue esperando su dinero.
Su indemnización, según los cálculos que le hizo el propio Ministerio de Trabajo (MINTRAB), debía ascender a un poco más de $1.500, lo que corresponde al 50% de la indemnización total, porque, por ley, es a lo único a lo que un trabajador puede aspirar cuando presenta una renuncia voluntaria.
En cuatro días, no obstante, cumplirá ya cinco meses desde que presentó su renuncia y el estado aún no le ha garantizado este derecho: no solo no le han pagado su tiempo, sino que, por un error, Trabajo le notificó que le debían pagar $1.000 menos de lo que en un principio le había calculado.
Cuando conoció esta resolución se dio cuenta que había un error en los documentos, en los cuales constaba que había laborado un año menos de lo que en realidad había trabajado para el call center.
En un inicio, creyó que fue error de la empresa. Pensó que el call center había informado mal a Trabajo sobre el tiempo laborado, pero después de reunirse con el personal administrativo de la compañía comprendió que el error venía desde el MINTRAB.
“Por varios meses he estado viniendo a preguntar qué pasa con mi indemnización y me han tenido como un tonto diciéndome que Trabajo no les ha notificado, pero yo sé que les notificaron en diciembre. Nunca me han dejado pasar de la puerta, pero hoy me han llamado para hacerme una oferta, ya estoy en el lobby, a ver qué me dicen”, manifestó Abed Lizandro a LA PRENSA GRÁFICA, vía telefónica, el viernes anterior por la tarde.
“Mi sorpresa fue que, según sus cuentas, me corresponde más dinero. ' Ya nuestro representante legal presentó un escrito pidiendo que se corrija eso’, me dijeron. Eso significa que el error no lo ha cometido la empresa, sino el Ministerio de Trabajo, desgraciadamente. Y digo desgraciadamente porque el Ministerio de Trabajo es la institución encargada de velar por los derechos laborales de los trabajadores de El Salvador”, criticó ese mismo día, horas más tarde.
Abed Lizandro trabajó para el call center dos años y nueve meses, pero en la documentación del Ministerio de Trabajo fue establecido que solo laboró un año con nueve meses, según explicó.
“Yo entiendo que hay errores humanos, pero cuando el error recae en uno... se siente. Y que por ese error me quiten un año de trabajo y que además me quiten más de la mitad del 50% de mi indemnización... es complicado”, agregó.
“Duele pensar que este tipo de situaciones seguramente son repetitivas y afectan a personas que seguramente no son letradas; hay quienes tenemos un título universitario, que entendemos, y más en mi caso que estudié leyes, pero hay personas que muchas veces trabajan en maquilas y que quizás han logrado estudiar hasta séptimo, octavo o noveno grado, y los agarran de patos. Y con errores así lo que hacen es favorecer a las empresas en detrimento del trabajador”, lamentó el afectado.
Hoy se cumple una semana desde que Lizandro habló con LA PRENSA GRÁFICA y hasta ayer en la noche su caso no había sido resuelto.
“Si fueran 10 pesos o 20 pesos yo dijera: ‘Vaya, así que quede’, pero no les voy a regalar $1.000”, recalcó.
Y lo que está pasando con el tema de su indemnización es solo un ejemplo más de la burocracia estatal, añadió: sin entrar en más detalles, afirmó que tiene un proceso en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que data ya de hace dos décadas. “No vayan a ser personajes como el expresidente (Elías Antonio) Saca, que ya hasta va a salir (de la cárcel), pero a mí no me resuelven un trámite administrativo que ya va para 20 años”, señaló.
“Duele pensar que este tipo de situaciones seguramente son repetitivas y afectan a personas que muchas veces trabajan en maquilas, que han logrado estudiar hasta séptimo, octavo o noveno grado”.