Roma. AP. Un empresario italiano reclutó a más de 30 mujeres para asistir a fiestas organizadas en las residencias del primer ministro de ese país, Silvio Berlusconi, seleccionándolas por su aspecto y edad, y pagó a algunas de ellas para que tuvieran relaciones sexuales con el mandatario, afirman los fiscales que investigan al empresario.
Los investigadores afirman que de setiembre del 2008 a mayo del 2009, Gianpaolo Tarantini reclutó mujeres jóvenes y esbeltas y les dijo cómo vestir y cómo comportarse en las fiestas, precisa un documento en el legajo judicial del caso.
Los fiscales han concluido su investigación sobre las supuestas actividades de Tarantini.
En el documento que resume sus conclusiones, los investigadores afirman que el acusado pagaba a las mujeres para conquistarse el favor de Berlusconi y, por intermedio de este, obtener trabajos en compañías y agencias estatales.
Berlusconi no es investigado en este caso. Sin embargo, las revelaciones suponen otra situación comprometedora y embarazosa para el jefe de Gobierno de 74 años, quien sí está involucrado en un escándalo ligado a sexo con una mujer que era menor de edad cuando ocurrió la relación y es blanco de críticas por su desempeño en la crisis financiera italiana.
“Italia merece algo mejor”, publicó el diario La Stampa en su editorial de ayer.
“Tener un primer ministro que debe pasarse horas con sus abogados para trazar estrategias con que defenderse daña indudablemente la Nación, ya que resta ese tiempo a las actividades institucionales como las relaciones exteriores o las finanzas públicas”, agregó el periódico en su edición de ayer.
Berlusconi está en juicio en cuatro casos separados en Milán acusado de corrupción, fraude impositivo y pago de dinero para mantener relaciones sexuales con una menor de edad.
El político podría enfrentar un nuevo juicio después que un juez dijo el jueves que debía ser instruido de cargos por su papel en la publicación en un periódico de su familia, hace cinco años, de conversaciones interceptadas que perjudicaron a un rival político y que debían mantenerse en secreto durante una investigación.
Berlusconi siempre ha negado todos los cargos, al aducir que es víctima de magistrados con intenciones políticas que quieren desalojarlo del poder.