El volcán Nevado del Ruiz, ubicado en Colombia, en la frontera entre Tolima y Caldas, tiene en vilo a las autoridades y habitantes desde el pasado 30 de marzo, cuando fue declarada la alerta naranja.
Este coloso tiene una altitud de 5.400 metros, parte del Cinturón de Fuego del Pacífico y durante casi diez años mantuvo actividad.
Sin embargo, empezó a llamar la atención de las autoridades colombianas el 24 de marzo, pues incrementó su actividad volcánica de forma considerable.
Incluso, el 29 de marzo se registraron 12.000 sismos, según el Servicio Geológico Colombiano, eso provocó elevar la alerta al día siguiente, en 14 municipios del país.
El 2 de abril, el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció la evacuación de los poblados ubicados en la parte más alta. Sin embargo, tras casi una semana desde el llamado a desalojar la zona, algunos habitantes que se niegan a abandonar sus hogares, a pesar de que la emergencia ya convoca a 4.357 efectivos, listos para atender cualquier evento.
“El tema no es fácil, la gente se niega a evacuar. Familias han aceptado, aunque no en un alto número como el que quisiéramos”, sostuvo Luis Fernando Velasco, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Este sábado 8 de abril son 550 familias, es decir, 2.221 personas que están en riesgo por una posible erupción. Caldas y Risaralda declararon calamidad pública y Tolima tiene alerta roja hospitalaria.
¿Por qué es tan peligroso?
Las autoridades previenen escenarios de riesgo donde el Nevado del Ruiz podría tener una erupción mayor en días o semanas, afectando de forma directa los poblados más cercanos.
De suceder una gran erupción el volcán expulsa partículas sólidas extremadamente calientes, ceniza e incluso flujos de lodo que podrían llegar a dañar el río Cauca.
Autoridades continuarán monitoreando el volcán e instando a la población a evacuar y a seguir las recomendaciones ante la emergencia que viven.
Otras erupciones
El Nevado del Ruiz, protagonizó, en 1985, el peor desastre natural en Colombia con una erupción que desapareció la Ciudad de Armero en Tolima y dejó a su paso 25.000 personas fallecidas.
En el 2012 su actividad incrementó, hasta este 2023 que mantiene vigilantes a autoridades y residentes.